El choclo y el poroto, al tanque
El presidente de EE.UU., George Bush, anunció el aporte de nuevos fondos para apoyar el desarrollo del biodiésel y el etanol. George W. Bush, enfatizó que los combustibles renovables derivados de los granos, como el biodiésel y el etanol, pueden ayudar a su país a terminar con la dependencia del petróleo extranjero. Y anunció el aporte de nuevos fondos para apoyar su desarrollo, lo que significa un respaldo adicional a los biocombustibles, cuyo efecto más concreto es un fortalecimiento de la demanda y las cotizaciones de los granos.
Esto beneficia a la economía argentina, altamente dependiente de sus exportaciones agrícolas. La firmeza de los precios de los granos es consecuencia de su amplio y creciente empleo, por ejemplo el del maíz, para la producción de alcohol (etanol, que se adiciona a la nafta) en los Estados Unidos. A pesar de tres grandes cosechas sucesivas, los stocks están bajando. Esto impacta sobre las cotizaciones del cereal. Ahora, los anuncios sobre el impulso al biodiésel contribuyen a la firmeza de los aceites vegetales. La Argentina es el principal exportador mundial de aceite de soja, la materia prima básica sobre la que se obtiene el biodiésel en Estados Unidos.
En su discurso durante la Conferencia sobre "Avances en la Energía Renovable", desarrollada en Saint Louis, Missouri, hace pocos días, Bush dijo que "tenemos que cambiar nuestros hábitos si queremos permanecer como los líderes de la economía mundial". La conferencia fue organizada por el gobierno estadounidense a través de los Departamentos de Agricultura (USDA) y de Energía (DOE).
Bush recordó la visita que había hecho a una planta de biodiésel en mayo del 2005, en Virginia. Allí había visto cómo se convertía el aceite de soja norteamericano en gasoil vegetal, beneficiando la economía local y el medio ambiente. "Tiene mucho sentido para nosotros continuar invirtiendo en el desarrollo de tecnologías para producir biodiésel, para hacer a los procesos de producción más eficientes", dijo ahora Bush. Y agregó que "es apropiado que esta conferencia se desarrolle en Saint Louis, el lugar donde Lewis y Clark iniciaron la exploración del oeste de los EE.UU.; es simbólico para la era de los combustibles renovables en la que nos estamos embarcando ahora".
"Creo que el Congreso está de acuerdo en proponer el uso de exenciones fiscales para estimular a esta nueva industria, que puede ayudar a nuestra economía y al mismo tiempo convertirse en un tema de seguridad nacional", agregó Bush.
En el mismo congreso se anunció que el Departamento de Energía aportará 4 millones de dólares para investigaciones sobre biodiésel y etanol. Y el titular del USDA, Mike Johanns, dijo que destinarían otros 17,5 millones para 17 proyectos de investigación sobre combustibles a partir de biomasa, "para reducir nuestra adicción al petróleo".
En tanto, la automotriz DaimlerChrysler anunció en la misma conferencia que toda su línea de camionetas Dodge Ram saldrán de fábrica con "B5", un combustible que lleva un 5% de biodiésel mezclado con el gasoil de petróleo. Es el mismo porcentaje que va a tener el gasoil argentino cuando entre a funcionar a pleno la ley de biocombustibles sancionada hace pocos meses. Clarin.
Esto beneficia a la economía argentina, altamente dependiente de sus exportaciones agrícolas. La firmeza de los precios de los granos es consecuencia de su amplio y creciente empleo, por ejemplo el del maíz, para la producción de alcohol (etanol, que se adiciona a la nafta) en los Estados Unidos. A pesar de tres grandes cosechas sucesivas, los stocks están bajando. Esto impacta sobre las cotizaciones del cereal. Ahora, los anuncios sobre el impulso al biodiésel contribuyen a la firmeza de los aceites vegetales. La Argentina es el principal exportador mundial de aceite de soja, la materia prima básica sobre la que se obtiene el biodiésel en Estados Unidos.
En su discurso durante la Conferencia sobre "Avances en la Energía Renovable", desarrollada en Saint Louis, Missouri, hace pocos días, Bush dijo que "tenemos que cambiar nuestros hábitos si queremos permanecer como los líderes de la economía mundial". La conferencia fue organizada por el gobierno estadounidense a través de los Departamentos de Agricultura (USDA) y de Energía (DOE).
Bush recordó la visita que había hecho a una planta de biodiésel en mayo del 2005, en Virginia. Allí había visto cómo se convertía el aceite de soja norteamericano en gasoil vegetal, beneficiando la economía local y el medio ambiente. "Tiene mucho sentido para nosotros continuar invirtiendo en el desarrollo de tecnologías para producir biodiésel, para hacer a los procesos de producción más eficientes", dijo ahora Bush. Y agregó que "es apropiado que esta conferencia se desarrolle en Saint Louis, el lugar donde Lewis y Clark iniciaron la exploración del oeste de los EE.UU.; es simbólico para la era de los combustibles renovables en la que nos estamos embarcando ahora".
"Creo que el Congreso está de acuerdo en proponer el uso de exenciones fiscales para estimular a esta nueva industria, que puede ayudar a nuestra economía y al mismo tiempo convertirse en un tema de seguridad nacional", agregó Bush.
En el mismo congreso se anunció que el Departamento de Energía aportará 4 millones de dólares para investigaciones sobre biodiésel y etanol. Y el titular del USDA, Mike Johanns, dijo que destinarían otros 17,5 millones para 17 proyectos de investigación sobre combustibles a partir de biomasa, "para reducir nuestra adicción al petróleo".
En tanto, la automotriz DaimlerChrysler anunció en la misma conferencia que toda su línea de camionetas Dodge Ram saldrán de fábrica con "B5", un combustible que lleva un 5% de biodiésel mezclado con el gasoil de petróleo. Es el mismo porcentaje que va a tener el gasoil argentino cuando entre a funcionar a pleno la ley de biocombustibles sancionada hace pocos meses. Clarin.
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