¿Es usted un líder por naturaleza? Averígüelo con este test
Algunos poseen dotes de liderazgo. Otros, están más hechos para seguir al rebaño. ¿Y usted?
Estrategias hay para todos los gustos: financieras, de supply chain, de recursos humanos... ¿De qué depende su éxito? Primero, de lo acertado de su planteamiento. Pero también, advierte el artículo The Power of Ordinary Practices de Harvard Business School, de la motivación y creatividad de los hombres de carne y hueso que, en definitiva, serán los encargados de implementarlas.
En este marco, señala el artículo de Harvard, el ambiente de trabajo tiene fuerte impacto sobre el rendimiento de los equipos. El buen "team leader" es responsable de crear un ambiente propicio para la búsqueda de ideas y la máxima eficiencia.
¿Y usted? ¿Es un buen líder? Veamos...
1) ¿Suele contener y apoyar emocionalmente a sus colaboradores? ¿Intenta ayudarlos en sus problemas extra laborales?
2) ¿Suele brindar feed back claro y preciso a los miembros del grupo? Si tiene que criticarlos, ¿lo hace con tacto?
3) ¿Suele elogiar públicamente a sus colaboradores por un trabajo bien hecho?
4) ¿Suele consultar a los miembros del equipo antes de tomar una decisión? ¿Tiene sus opiniones realmente en cuenta a la hora de decidir?
Si las respuestas son positivas, usted posee los soft skills necesarios para el manejo de grupos. Usted se preocupa sinceramente por sus colaboradores y, seguramente, ellos responden dando lo máximo de ellos mismos (léase, trabajo duro y creativo).
Si las respuestas son negativas, no se preocupe. Nunca es demasiado tarde para cambiar. La investigación de Harvard brinda una serie de consejos para motivar al máximo a los trabajadores.
En primer lugar, asigne siempre tareas precisas. Jamás dé demasiadas indicaciones (ni demasiado pocas).
Segundo: no esté demasiado encima del trabajador. Es más efectivo un monitoreo discreto. No sea demasiado puntilloso con detalles insignificantes. No está motivando a su colaborador cuando éste le entrega un informe fantástico y usted le dice: "No está mal. Pero no me gusta el tono del rojo en el gráfico del anexo".
Tercero (y muy importante): resuelva inmediatamente cualquier problema que surja en el grupo. No se deje estar. Dejar abierta una rencilla personal puede generar un conflicto extendido y dividir a los trabajadores en dos bandos opuestos.
En definitiva, señala la investigación de Harvard, el liderazgo es fundamental para extraer el máximo de creatividad de cada trabajador. Hasta un grupo de Einsteins y Leonardos fracasará si no recibe los estímulos adecuados de su jefe.
Por lo tanto, siempre conviene elegir muy cuidadosamente a los team leaders. Los integrantes de un grupo de trabajo pasan muchas horas juntos. Y el comportamiento del jefe puede potenciar como aniquilar su rendimiento. Clarin.
Estrategias hay para todos los gustos: financieras, de supply chain, de recursos humanos... ¿De qué depende su éxito? Primero, de lo acertado de su planteamiento. Pero también, advierte el artículo The Power of Ordinary Practices de Harvard Business School, de la motivación y creatividad de los hombres de carne y hueso que, en definitiva, serán los encargados de implementarlas.
En este marco, señala el artículo de Harvard, el ambiente de trabajo tiene fuerte impacto sobre el rendimiento de los equipos. El buen "team leader" es responsable de crear un ambiente propicio para la búsqueda de ideas y la máxima eficiencia.
¿Y usted? ¿Es un buen líder? Veamos...
1) ¿Suele contener y apoyar emocionalmente a sus colaboradores? ¿Intenta ayudarlos en sus problemas extra laborales?
2) ¿Suele brindar feed back claro y preciso a los miembros del grupo? Si tiene que criticarlos, ¿lo hace con tacto?
3) ¿Suele elogiar públicamente a sus colaboradores por un trabajo bien hecho?
4) ¿Suele consultar a los miembros del equipo antes de tomar una decisión? ¿Tiene sus opiniones realmente en cuenta a la hora de decidir?
Si las respuestas son positivas, usted posee los soft skills necesarios para el manejo de grupos. Usted se preocupa sinceramente por sus colaboradores y, seguramente, ellos responden dando lo máximo de ellos mismos (léase, trabajo duro y creativo).
Si las respuestas son negativas, no se preocupe. Nunca es demasiado tarde para cambiar. La investigación de Harvard brinda una serie de consejos para motivar al máximo a los trabajadores.
En primer lugar, asigne siempre tareas precisas. Jamás dé demasiadas indicaciones (ni demasiado pocas).
Segundo: no esté demasiado encima del trabajador. Es más efectivo un monitoreo discreto. No sea demasiado puntilloso con detalles insignificantes. No está motivando a su colaborador cuando éste le entrega un informe fantástico y usted le dice: "No está mal. Pero no me gusta el tono del rojo en el gráfico del anexo".
Tercero (y muy importante): resuelva inmediatamente cualquier problema que surja en el grupo. No se deje estar. Dejar abierta una rencilla personal puede generar un conflicto extendido y dividir a los trabajadores en dos bandos opuestos.
En definitiva, señala la investigación de Harvard, el liderazgo es fundamental para extraer el máximo de creatividad de cada trabajador. Hasta un grupo de Einsteins y Leonardos fracasará si no recibe los estímulos adecuados de su jefe.
Por lo tanto, siempre conviene elegir muy cuidadosamente a los team leaders. Los integrantes de un grupo de trabajo pasan muchas horas juntos. Y el comportamiento del jefe puede potenciar como aniquilar su rendimiento. Clarin.
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