Turismo aventura: cuando la meta es el camino
Atravesar los paisajes, detenerse, explorarlos y volver al camino. Esa es la consigna de esta modalidad conocida como overland.
Un semiólogo, estudioso de la narrativa rusa, concluyó que para convertirse en héroe el protagonista debe sortear pruebas y son estas hazañas las que lo glorifican. A veces, las pruebas se realizan en largos viajes. En el turismo también hay viajes de aventura con pruebas, desafíos y el viajero como protagonista. En este caso, hablamos del "overland": los viajeros se trasladan en camiones de lujo una mezcla de 4x4, bus y motorhome fatigando, de a tramos, enormes distancias que se combinan con trekking, canotaje, etcétera.
La tendencia no se trata de "turismo destino" sino de "turismo trayecto" viene creciendo en la Argentina y se pueden tomar tours tanto en el norte como en el sur del país. Hay de cuatro o cinco días y también de más de 20. Se recorren los caminos en máquinas equipadas para montar campamentos, corriente para iluminarlos, cocinas, mesas, sillas y vajilla además de catres, carpas y baños químicos. Todo esto permite llegar a lugares inhóspitos. Pero la sal y la pimienta del turismo overland estan dadas por la libertad de desplazamientos que otorgan estas máquinas para recorrer las rutas.
Así es que se viaja intercalando actividades de aventura con catas de vino o gastronomía y se vuelve al camino. Pero no todo está servido: el viajero debe participar en el armando de las carpas, los fogones, la cocina. El grupo se cohesiona entonces generándose un espíritu fraternal que distingue al viaje.
Los contingentes son de aproximadamente 20 personas y no hay límite de edad ya que es posible hacer circuitos flexibles en los que la gente se suma a actividades de más o menos dificultad. A veces se arman viajes para familias, otros para empresas que quieren estimular ese espíritu de grupo. Un target que crece inesperadamente son las mujeres mayores de 30 que van solas en busca de riesgos controlados. Por la noche, según el día, el organizador y el grupo pueden llegar a dormir en carpa, estancia, hotel cinco estrellas o hostel. Siempre variación, siempre cambio.
En el país hay diversos recorridos con características diferentes. La empresa Movitrack los organiza por el norte.
Salta y Jujuy
Su particularidad es que con un camión equipado con microondas, heladera, freezer y baño arman recorridos de dos o tres días por Salta y Jujuy.
Con techo corredizo, guías bilingües y pernocte en hoteles organizan tours todo el año pero remarcan que de marzo a noviembre es la época ideal.
El día empieza entre las seis y las siete de la mañana y regresan entre las 19 y las 20.30 hs. La idea es mostrar a los pasajeros la cultura, las tradiciones, la fauna y flora del lugar en una experiencia de 360º, gracias a los techos abiertos de los vehículos. Entonces la aventura se teje hora a hora por caminos apartados, sus singulares condiciones climáticas y de acuerdo con el ánimo de los pasajeros. Pueden agregarse actividades como trekkings, rafting, canopy, cabalgatas, rappel.
La única condición en esta zona es no padecer problemas cardíacos dada la altitud que alcanza el bus.
Opciones patagónicas
Hay varias empresas que deslizan sus máquinas por las rutas patagónicas. Por ejemplo, Tohol Expediciones, con sede en Bariloche, hace el tour Huellas Patagónicas que dura 16 días y 15 noches y va desde Trelew hasta El Calafate, pasando por lugares paradisíacos como el Cerro Fitz Roy o la Cueva de las Manos. Desde ballenas y arqueología hasta estancias y pernocte en la base del cerro, todo está contemplado para el viaje, al que puede sumársele un opcional de travesía por Tierra del Fuego. La opción más breve de Tohol es un recorrido de nueve días entre Bariloche y Calafate por la Ruta Nacional 40. Vehículos de apoyo proveen canoas, bicicletas y otras opciones de aventuras para ir matizando el viaje.
Cross Border Overland Adventures también explora la Patagonia. Tienen un programa full Patagonia entre Trelew y Calafate tocando algunos puntos en Chile y otro exprés, de 10 días, entre Calafate y Trelew. A pesar de que los viajes responden a itinerarios previamente estipulados, siempre se trata de que el pasajero no sufra con corridas y estrés y cualquier modificación del recorrido se conversa con el grupo que es el que controla el viaje y sus tiempos. Sólo la fecha de salida y llegada son fijas.
Por todo el país
La brasileña Exploranter Hotel Sobre Rodas, organiza un viaje que cruza toda la Argentina. Rodando un poco cada día llegan bien lejos: uno de los recorridos va desde Iguazú hasta Calafate. Sin embargo cuentan que el más popular es el de doce días que sale y vuelve a El Calafate pasando por Torres del Paine, (en Chile) y El Chaltén. Pero para los organizadores el más impresionante es el de 16 días, que enlaza El Calafate/Torres del Paine/Puerto Natales, para luego embarcarse tres días por los fiordos, en el Pacífico. La travesía incluye Puerto Montt, Osorno, Pucón y una degustación final de los buenos vinos trasandinos. El tour puede extenderse cinco días por Portillo, Aconcagua, Uspallata y Mendoza con cata de vinos argentinos. Como se advierte, a veces, el camino es el mejor destino.
Gisela Galimi, CLARIN.
Un semiólogo, estudioso de la narrativa rusa, concluyó que para convertirse en héroe el protagonista debe sortear pruebas y son estas hazañas las que lo glorifican. A veces, las pruebas se realizan en largos viajes. En el turismo también hay viajes de aventura con pruebas, desafíos y el viajero como protagonista. En este caso, hablamos del "overland": los viajeros se trasladan en camiones de lujo una mezcla de 4x4, bus y motorhome fatigando, de a tramos, enormes distancias que se combinan con trekking, canotaje, etcétera.
La tendencia no se trata de "turismo destino" sino de "turismo trayecto" viene creciendo en la Argentina y se pueden tomar tours tanto en el norte como en el sur del país. Hay de cuatro o cinco días y también de más de 20. Se recorren los caminos en máquinas equipadas para montar campamentos, corriente para iluminarlos, cocinas, mesas, sillas y vajilla además de catres, carpas y baños químicos. Todo esto permite llegar a lugares inhóspitos. Pero la sal y la pimienta del turismo overland estan dadas por la libertad de desplazamientos que otorgan estas máquinas para recorrer las rutas.
Así es que se viaja intercalando actividades de aventura con catas de vino o gastronomía y se vuelve al camino. Pero no todo está servido: el viajero debe participar en el armando de las carpas, los fogones, la cocina. El grupo se cohesiona entonces generándose un espíritu fraternal que distingue al viaje.
Los contingentes son de aproximadamente 20 personas y no hay límite de edad ya que es posible hacer circuitos flexibles en los que la gente se suma a actividades de más o menos dificultad. A veces se arman viajes para familias, otros para empresas que quieren estimular ese espíritu de grupo. Un target que crece inesperadamente son las mujeres mayores de 30 que van solas en busca de riesgos controlados. Por la noche, según el día, el organizador y el grupo pueden llegar a dormir en carpa, estancia, hotel cinco estrellas o hostel. Siempre variación, siempre cambio.
En el país hay diversos recorridos con características diferentes. La empresa Movitrack los organiza por el norte.
Salta y Jujuy
Su particularidad es que con un camión equipado con microondas, heladera, freezer y baño arman recorridos de dos o tres días por Salta y Jujuy.
Con techo corredizo, guías bilingües y pernocte en hoteles organizan tours todo el año pero remarcan que de marzo a noviembre es la época ideal.
El día empieza entre las seis y las siete de la mañana y regresan entre las 19 y las 20.30 hs. La idea es mostrar a los pasajeros la cultura, las tradiciones, la fauna y flora del lugar en una experiencia de 360º, gracias a los techos abiertos de los vehículos. Entonces la aventura se teje hora a hora por caminos apartados, sus singulares condiciones climáticas y de acuerdo con el ánimo de los pasajeros. Pueden agregarse actividades como trekkings, rafting, canopy, cabalgatas, rappel.
La única condición en esta zona es no padecer problemas cardíacos dada la altitud que alcanza el bus.
Opciones patagónicas
Hay varias empresas que deslizan sus máquinas por las rutas patagónicas. Por ejemplo, Tohol Expediciones, con sede en Bariloche, hace el tour Huellas Patagónicas que dura 16 días y 15 noches y va desde Trelew hasta El Calafate, pasando por lugares paradisíacos como el Cerro Fitz Roy o la Cueva de las Manos. Desde ballenas y arqueología hasta estancias y pernocte en la base del cerro, todo está contemplado para el viaje, al que puede sumársele un opcional de travesía por Tierra del Fuego. La opción más breve de Tohol es un recorrido de nueve días entre Bariloche y Calafate por la Ruta Nacional 40. Vehículos de apoyo proveen canoas, bicicletas y otras opciones de aventuras para ir matizando el viaje.
Cross Border Overland Adventures también explora la Patagonia. Tienen un programa full Patagonia entre Trelew y Calafate tocando algunos puntos en Chile y otro exprés, de 10 días, entre Calafate y Trelew. A pesar de que los viajes responden a itinerarios previamente estipulados, siempre se trata de que el pasajero no sufra con corridas y estrés y cualquier modificación del recorrido se conversa con el grupo que es el que controla el viaje y sus tiempos. Sólo la fecha de salida y llegada son fijas.
Por todo el país
La brasileña Exploranter Hotel Sobre Rodas, organiza un viaje que cruza toda la Argentina. Rodando un poco cada día llegan bien lejos: uno de los recorridos va desde Iguazú hasta Calafate. Sin embargo cuentan que el más popular es el de doce días que sale y vuelve a El Calafate pasando por Torres del Paine, (en Chile) y El Chaltén. Pero para los organizadores el más impresionante es el de 16 días, que enlaza El Calafate/Torres del Paine/Puerto Natales, para luego embarcarse tres días por los fiordos, en el Pacífico. La travesía incluye Puerto Montt, Osorno, Pucón y una degustación final de los buenos vinos trasandinos. El tour puede extenderse cinco días por Portillo, Aconcagua, Uspallata y Mendoza con cata de vinos argentinos. Como se advierte, a veces, el camino es el mejor destino.
Gisela Galimi, CLARIN.
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