Las promesas de la industria armamentista: los F-16 de Chile
Lockheed Martin, la fabricante de los diez aviones de guerra F16 que Chile compró a fines de 2000, se comprometió a generar negocios en nuestro país por el mismo monto que involucró la adquisición, es decir, US$ 600 millones.
Han pasado seis años desde entonces y poco se ha sabido de lo que fue de estos millones que corresponden a una suerte de compensación económica, habitual en la industria de defensa de todo el mundo, que se conoce con el nombre de offset.
El comité pro industria de Corfo es el encargado de revisar las propuestas de negocios de Lockheed Martin y seleccionar las que entreguen valor agregado y no compitan con empresas locales. A la fecha han rechazado 25 proyectos, aceptado cinco y existen otros dos en estudio.
Entre los proyectos aceptados está un centro de producción de manuales técnicos de General Electric para el mercado norteamericano que tiene una venta mínima garantizada de US$ 35 millones en sus primeros ocho años de operaciones, que se cumplen en 2010.
También se financió la ampliación del astillero Asenav para la producción de barcos de gran envergadura. Lockheed Martin garantizó la venta de cuatro naves en un período de ocho años, cada una por un valor aproximado de US$ 30 millones.
Estos y los otros proyectos en marcha suman poco más de US$ 200 millones. Acerca de lo que falta para completar los US$ 600 millones de offset comprometidos, Pedro Sierra, director ejecutivo del comité pro industria de Corfo, explica que una parte se justificará con los negocios que están en estudio y que otra está en proyectos de defensa, sobre los cuales no entrega mayores antecedentes, ya que, dice misterioso, "comprometen la seguridad nacional".
Han pasado seis años desde entonces y poco se ha sabido de lo que fue de estos millones que corresponden a una suerte de compensación económica, habitual en la industria de defensa de todo el mundo, que se conoce con el nombre de offset.
El comité pro industria de Corfo es el encargado de revisar las propuestas de negocios de Lockheed Martin y seleccionar las que entreguen valor agregado y no compitan con empresas locales. A la fecha han rechazado 25 proyectos, aceptado cinco y existen otros dos en estudio.
Entre los proyectos aceptados está un centro de producción de manuales técnicos de General Electric para el mercado norteamericano que tiene una venta mínima garantizada de US$ 35 millones en sus primeros ocho años de operaciones, que se cumplen en 2010.
También se financió la ampliación del astillero Asenav para la producción de barcos de gran envergadura. Lockheed Martin garantizó la venta de cuatro naves en un período de ocho años, cada una por un valor aproximado de US$ 30 millones.
Estos y los otros proyectos en marcha suman poco más de US$ 200 millones. Acerca de lo que falta para completar los US$ 600 millones de offset comprometidos, Pedro Sierra, director ejecutivo del comité pro industria de Corfo, explica que una parte se justificará con los negocios que están en estudio y que otra está en proyectos de defensa, sobre los cuales no entrega mayores antecedentes, ya que, dice misterioso, "comprometen la seguridad nacional".
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Leonardo Stumpff -