Bolivia: la inversión y la microempresa serán la apuesta para el empleo
Será una de las principales demandas del próximo año. Gobierno, Banco Mundial, empresarios y expertos dicen que será una tarea de todos, que va desde lo local hasta lo nacional. El Ejecutivo habla de un apoyo real y de despertar a los inversionistas.
Hagamos patria, creemos empleos, dice el analista Gonzalo Chávez, y no sólo por atacar uno de los más viejos y centrales problemas que tiene el país, sino porque pronto será también la principal demanda de los bolivianos.
Instituciones como el Banco Mundial y la misma Confederación de Empresarios advirtieron ya que después de la nacionalización del gas, la próxima demanda en el país será la del empleo.
¿Y cómo hacer ahora esto, que durante años pareció un imposible? El Banco Mundial tiene sus sugerencias y en su programa de apoyo, que será presentado este 21 en Washington, tiene un capítulo especial. Los empresarios y los expertos también lanzan ideas, mientras el Gobierno decidió apostar por el apoyo a las micro y pequeñas empresas (Mypes), así como la inversión, extranjera y pública. Estos cuatro sectores, no obstante, coinciden en que ésta será una tarea de todos, que irá desde lo local hasta lo nacional.
En cuanto a la inversión pública, el Gobierno, a través del Presupuesto 2007, ofrecerá más de 700 millones de dólares que estarán destinados a las áreas de infraestructura, caminos, puentes, salud y educación. Por primera vez, además, se incluiría a los sectores de minería y turismo como potenciales fuentes de trabajo. Esta inyección de capital irá directamente a generar empleo, informó una fuente del Poder Ejecutivo.
Aparte de los recursos, el Gobierno alista también medidas que puedan hacer más ágiles la generación de obras y proyectos en las prefecturas y municipios, donde duermen 500 millones de dólares que no pueden ser ejecutados.
Precisamente, según el Banco Mundial, municipios y prefecturas tienen que ser protagonistas centrales en el proceso de generación de trabajos. Para ello, por ejemplo, su plan de apoyo a Bolivia incluye el programa Barrios de Verdad, que aparte de mejorar la infraestructura de las ciudades, con servicios básicos y todo, sirva también para generar empleo desde lo local, señala su director, Marcelo Giugale.
El Gobierno, desde lo nacional hará su parte, pero municipios y prefecturas tienen que aportar. Con este fin, el BM sugiere también movilizar a los organismos multilaterales, la cooperación y al inversionista privado.
Tanto el BM como el Gobierno y los expertos esperan que la inversión privada, nacional y extranjera, despierte y haga sentir su presencia. Es un actor que ha estado mirando desde la cerca, señaló Giugale, para quien los proyectos que se analicen deben tocar sectores como el de la construcción, que es intensivo en manos de obra y que además tiene efectos multiplicadores en otras ramas que también pueden crear fuentes de trabajo.
Para los empresarios la receta es la inversión, que debe venir acompañada de seguridad y estabilidad. Tendremos empleos si tenemos inversiones, pero para atraer inversiones necesitamos seguridad jurídica, paz y tranquilidad, que es lo que no estamos viendo, señaló el presidente de la Cámara de Industria y Comercio (Cainco), Gabriel Dabdoub. Añadió que, mientras temas como la Constituyente y las tierras estén pendientes, será difícil pensar en atraer inversiones.
El otro gran campo de acción para la generación de empleo será el apoyo a las microfinanzas y creación o desarrollo de la microempresa. El Gobierno ya tiene un plan en marcha. Se trata de los Proyectos Productivos, que tiene un fondo de 100 millones de dólares.
El programa comenzó en Santa Cruz, pero ya se extendió a La Paz y Cochabamba. Tiene como fin abarcar a todo el país y hasta fin de año apoyar unos 200 proyectos con una inversión de por lo menos 30 millones de dólares.
Es decisión del Gobierno apoyar el desarrollo productivo de las micro y pequeñas empresas y fortalecer la industria, porque de esta manera se estaría generando mayores fuentes de empleo para las mujeres y los hombres de este país, dijo en una anterior entrevista con este medio la ministra del ramo, Celinda Sosa. El programa se trabaja bajo el amparo de lo que se llamó el ALBA y el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP).
Para los expertos en microfinanzas este plan es bienvenido. Miguel Hoyos, coordinador de FundaPro, saluda el hecho de que finalmente se reconozca el aporte de este sector que ya lleva varios años, pero que no es muy publicitado como el gas natural o la soya.
Las microempresas, en este momento, generan ocho de cada 10 empleos seguros que hay en el país, lo que muestra su potencial.
El 2007 entraría también a operar el llamado Banco de Apoyo al Desarrollo, o de fomento, que tendrá su base en lo que hoy es el estatal Banco Unión.
Para el analista Gonzalo Chávez, todos los intentos que se hagan serán importantes. Desde despertar a los grandes inversionistas hasta motivar e incentivar a los pequeños emprendedores.
De cifras por ahora es difícil hablar. Cada año 120 mil jóvenes se incorporan al mercado laboral y el índice de desempleo está entre ocho y 12 por ciento. El Gobierno espera hacer frente al problema. Poco a poco se van a ir dando las condiciones para darle a todos los bolivianos un empleo seguro, señaló la fuente del Gobierno.
Comentario: Un aporte para el país desde lo local (Miguel Hoyos, Coordinador RBE): Cada región, cada ciudad y pueblo tienen potencialidades productivas por ejemplo, camélidos en Oruro, madera en Santa Cruz, uva en Tarija, etc., que deben ser desarrolladas por la iniciativa privada, por ese emprendedor que arriesga y se preocupa de que ese emprendimiento se realice de la forma más eficiente posible. El rol del sector público, nacional y departamental, debería concentrarse en mejorar el ambiente empresarial, en cuanto a estabilidad económica, institucionalidad, caminos y otros, de manera que se genere una sinergia positiva con entidades privadas en beneficio del emprendedor. Los ingresos del gas deben invertirse, en parte, en desarrollar o mejorar la base de la cultura emprendedora (formación de recursos humanos, caminos, centros de investigación y otros). La nueva Constitución, además, debe ´rayar la cancha´ en la que los jugadores públicos y privados deberán jugar, siguiendo normas y reglas de un modelo económico que permita generar la suficiente riqueza para así luchar y desterrar la pobreza en nuestro país. Mi esperanza es que ese nuevo ´modelo´ sea uno que favorezca el emprendimiento privado, porque el Estado, a pesar de todas sus buenas intenciones, no puede ser la ´empresa´ que resuelva el mal endémico de este país: el desempleo. Y esa Constitución debe entender que un régimen económico autonómico es el mejor mecanismo para que la gente no sólo se empodere sino se responsabilice por el desarrollo de su región, dejando al Gobierno central el rol protagónico de resolver los desequilibrios económicos.
Se debe trabajar mucho, sólo así se va a generar una cultura empresarial que permita un desarrollo sostenible del país.
Hagamos patria, creemos empleos, dice el analista Gonzalo Chávez, y no sólo por atacar uno de los más viejos y centrales problemas que tiene el país, sino porque pronto será también la principal demanda de los bolivianos.
Instituciones como el Banco Mundial y la misma Confederación de Empresarios advirtieron ya que después de la nacionalización del gas, la próxima demanda en el país será la del empleo.
¿Y cómo hacer ahora esto, que durante años pareció un imposible? El Banco Mundial tiene sus sugerencias y en su programa de apoyo, que será presentado este 21 en Washington, tiene un capítulo especial. Los empresarios y los expertos también lanzan ideas, mientras el Gobierno decidió apostar por el apoyo a las micro y pequeñas empresas (Mypes), así como la inversión, extranjera y pública. Estos cuatro sectores, no obstante, coinciden en que ésta será una tarea de todos, que irá desde lo local hasta lo nacional.
En cuanto a la inversión pública, el Gobierno, a través del Presupuesto 2007, ofrecerá más de 700 millones de dólares que estarán destinados a las áreas de infraestructura, caminos, puentes, salud y educación. Por primera vez, además, se incluiría a los sectores de minería y turismo como potenciales fuentes de trabajo. Esta inyección de capital irá directamente a generar empleo, informó una fuente del Poder Ejecutivo.
Aparte de los recursos, el Gobierno alista también medidas que puedan hacer más ágiles la generación de obras y proyectos en las prefecturas y municipios, donde duermen 500 millones de dólares que no pueden ser ejecutados.
Precisamente, según el Banco Mundial, municipios y prefecturas tienen que ser protagonistas centrales en el proceso de generación de trabajos. Para ello, por ejemplo, su plan de apoyo a Bolivia incluye el programa Barrios de Verdad, que aparte de mejorar la infraestructura de las ciudades, con servicios básicos y todo, sirva también para generar empleo desde lo local, señala su director, Marcelo Giugale.
El Gobierno, desde lo nacional hará su parte, pero municipios y prefecturas tienen que aportar. Con este fin, el BM sugiere también movilizar a los organismos multilaterales, la cooperación y al inversionista privado.
Tanto el BM como el Gobierno y los expertos esperan que la inversión privada, nacional y extranjera, despierte y haga sentir su presencia. Es un actor que ha estado mirando desde la cerca, señaló Giugale, para quien los proyectos que se analicen deben tocar sectores como el de la construcción, que es intensivo en manos de obra y que además tiene efectos multiplicadores en otras ramas que también pueden crear fuentes de trabajo.
Para los empresarios la receta es la inversión, que debe venir acompañada de seguridad y estabilidad. Tendremos empleos si tenemos inversiones, pero para atraer inversiones necesitamos seguridad jurídica, paz y tranquilidad, que es lo que no estamos viendo, señaló el presidente de la Cámara de Industria y Comercio (Cainco), Gabriel Dabdoub. Añadió que, mientras temas como la Constituyente y las tierras estén pendientes, será difícil pensar en atraer inversiones.
El otro gran campo de acción para la generación de empleo será el apoyo a las microfinanzas y creación o desarrollo de la microempresa. El Gobierno ya tiene un plan en marcha. Se trata de los Proyectos Productivos, que tiene un fondo de 100 millones de dólares.
El programa comenzó en Santa Cruz, pero ya se extendió a La Paz y Cochabamba. Tiene como fin abarcar a todo el país y hasta fin de año apoyar unos 200 proyectos con una inversión de por lo menos 30 millones de dólares.
Es decisión del Gobierno apoyar el desarrollo productivo de las micro y pequeñas empresas y fortalecer la industria, porque de esta manera se estaría generando mayores fuentes de empleo para las mujeres y los hombres de este país, dijo en una anterior entrevista con este medio la ministra del ramo, Celinda Sosa. El programa se trabaja bajo el amparo de lo que se llamó el ALBA y el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP).
Para los expertos en microfinanzas este plan es bienvenido. Miguel Hoyos, coordinador de FundaPro, saluda el hecho de que finalmente se reconozca el aporte de este sector que ya lleva varios años, pero que no es muy publicitado como el gas natural o la soya.
Las microempresas, en este momento, generan ocho de cada 10 empleos seguros que hay en el país, lo que muestra su potencial.
El 2007 entraría también a operar el llamado Banco de Apoyo al Desarrollo, o de fomento, que tendrá su base en lo que hoy es el estatal Banco Unión.
Para el analista Gonzalo Chávez, todos los intentos que se hagan serán importantes. Desde despertar a los grandes inversionistas hasta motivar e incentivar a los pequeños emprendedores.
De cifras por ahora es difícil hablar. Cada año 120 mil jóvenes se incorporan al mercado laboral y el índice de desempleo está entre ocho y 12 por ciento. El Gobierno espera hacer frente al problema. Poco a poco se van a ir dando las condiciones para darle a todos los bolivianos un empleo seguro, señaló la fuente del Gobierno.
Comentario: Un aporte para el país desde lo local (Miguel Hoyos, Coordinador RBE): Cada región, cada ciudad y pueblo tienen potencialidades productivas por ejemplo, camélidos en Oruro, madera en Santa Cruz, uva en Tarija, etc., que deben ser desarrolladas por la iniciativa privada, por ese emprendedor que arriesga y se preocupa de que ese emprendimiento se realice de la forma más eficiente posible. El rol del sector público, nacional y departamental, debería concentrarse en mejorar el ambiente empresarial, en cuanto a estabilidad económica, institucionalidad, caminos y otros, de manera que se genere una sinergia positiva con entidades privadas en beneficio del emprendedor. Los ingresos del gas deben invertirse, en parte, en desarrollar o mejorar la base de la cultura emprendedora (formación de recursos humanos, caminos, centros de investigación y otros). La nueva Constitución, además, debe ´rayar la cancha´ en la que los jugadores públicos y privados deberán jugar, siguiendo normas y reglas de un modelo económico que permita generar la suficiente riqueza para así luchar y desterrar la pobreza en nuestro país. Mi esperanza es que ese nuevo ´modelo´ sea uno que favorezca el emprendimiento privado, porque el Estado, a pesar de todas sus buenas intenciones, no puede ser la ´empresa´ que resuelva el mal endémico de este país: el desempleo. Y esa Constitución debe entender que un régimen económico autonómico es el mejor mecanismo para que la gente no sólo se empodere sino se responsabilice por el desarrollo de su región, dejando al Gobierno central el rol protagónico de resolver los desequilibrios económicos.
Se debe trabajar mucho, sólo así se va a generar una cultura empresarial que permita un desarrollo sostenible del país.
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pedro -
PEDRO VILLA -