Negocio: la celulosa
Aunque el ingreso de nuevas plantas en el Hemisferio Sur más que compensará el cierre de las ineficientes al otro lado del planeta, la creciente demanda china sustentaría la cotización de esta materia prima en el mediano plazo. Eso sí, nadie espera que vuelva a escalar hasta el histórico peak de US$ 1.000 por tonelada.
La celulosa ha sido una privilegiada protagonista del actual boom de commodities. Sus precios registraron este año un ininterrumpido ascenso hasta alcanzar los niveles más altos del último quinquenio: el referencial NBSK (fibra larga blanqueada del Hemisferio Norte) partió enero en US$ 598 la tonelada y ya va en US$ 729,9.
Y aun cuando está lejos del peak de US$ 1.000 que anotó en 1995, valor hoy impensable a juicio de empresas y analistas -también descartan que en el mediano plazo vuelva a desplomarse a los US$ 385 de 1985-, esta escalada ha sido uno de los combustibles de la bolsa. Las acciones de las dos productoras locales del insumo para papeles y cartones, Empresas Copec -que consolida a Celulosa Arauco, filial que no se transa en el ruedo bursátil- y CMPC, están entre las cinco que han empujado la rentabilidad del IPSA.
Porque a pesar de que en la industria aclaran que el NBSKP es un "precio de lista" bastante más alto que el real al que se cierran los contratos, en los que se aplican descuentos por volumen, calidad y forma de pago, los analistas bursátiles afirman que los inversionistas van tras el reflejo en la utilidad del sustancioso margen que están obteniendo estas empresas. Según sus estimaciones, aun cuando las transacciones efectivas se muevan en el rango de US$ 650 por tonelada en el caso de la fibra de pino radiata y de US$ 600 a US$ 620 para la de eucalipto, duplican sus costos.
En el caso de Arauco el costo de producción de la tonelada de celulosa de pino (BSKP) a 2005 incluido el transporte era de US$ 289 por tonelada, mientras que en la de eucalipto (BHKP) llegaba a US$ 313.
Esta es una de las ventajas de las compañías chilenas a nivel mundial, donde si bien están más arriba de Brasil, cuyos costos se estiman entre US$ 180 y US$ 210, mantienen bastante distancia de sus competidoras del Hemisferio Norte, donde éstos rondan los US$ 450 a US$ 570.
De hecho, una de las causas que ha influido en el repunte de los precios, aparte del crecimiento de China, es que las plantas más antiguas del otro lado del globo están cerrando -un claro ejemplo es Canadá- porque ya no son competitivas, tanto por razones de tamaño como por el alto costo de la madera, ya que en esos países los bosques se demoran en madurar entre 40 y 50 años, versus los 12 a 20 años que tardan en los países del sur .
Aunque ese efecto empieza a ser compensado por el aumento en la capacidad de producción en Brasil, Chile y Asia -lo que debiera presionar a la baja los precios de la celulosa de eucalipto-, sustentaría las altas cotizaciones por un tiempo más en celulosa de pino. De ahí que resulte poco probable que los precios vayan a caerse de un día para otro.
Entre 2006-2008 la región aportará unas nueve plantas y dos son chilenas: Nueva Aldea y Santa Fe II. Pero el país tocó techo: no habrá masa forestal disponible en la próxima década para alimentar otra. Se requieren unas 100.000 hectáreas de plantaciones al año para abastecer una fábrica de un millón de toneladas.
Ante la pregunta de cuánto más aguantarán los precios en los actuales niveles en la industria, los analistas creen que en 2007 serán similares a los de este año y en 2008 tenderían a bajar, pero no muy pronunciadamente, porque desde 2000 a la fecha los ciclos se han aplanado. El último notorio fue entre 1993 y 1996, en que la cotización subió de US$ 500 a US$ 1.000, para después rondar los US$ 600; desde entonces las brechas no han vuelto a superar los US$ 350. Ahora, ya no se habla de ciclos.
Cuánto pesan Arauco y CMPC
Arauco es de las mayores productoras a nivel mundial de celulosa de mercado (ver recuadro). Sus plantas Arauco, Constitución, Licancel; Valdivia (hoy al 80% de su capacidad), Nueva Aldea y Alto Paraná, en Argentina, totalizan una capacidad instalada de 2 millones 841 mil toneladas.
A diciembre de 2005 la celulosa representaba 45% de su Ebitda (resultados antes de impuestos, depreciación, amortización e intereses) y 42% de sus ventas. Sus principales mercados son Asia, con un 50% de las ventas (China representa entre 25% y 30%) y Europa con otro 30%. Cuenta con 850.583 hectáreas de plantaciones, de las cuales 680.000 están en Chile y el resto en Brasil y Argentina.
Las tres plantas de CMPC suman una capacidad de 860 mil toneladas de celulosa blanqueada de pino radiata y 370 mil toneladas de celulosa blanqueada de eucalipto. A ello se agregará la nueva línea de producción de Santa Fe, que inicia su operación durante estos días, con 780 mil toneladas anuales de celulosa de eucalipto. Se nutre de un patrimonio forestal de 627 mil hectáreas en Chile, ubicadas preferentemente en la VIII y IX regiones.
Abastece a más de 200 clientes en 30 países de Asia (China, Japón, Corea, Taiwán), Europa y América Latina. Este commodity representa cerca del 28% de sus ingresos y 40% del Ebitda.
Las dimensiones de este mercado
El consumo mundial de papeles y cartones para los más diversos usos -embalajes, impresión, tissue y periódicos- está estimado en unos 380 millones de toneladas de papel al año.
Más o menos la mitad de ese volumen se fabrica con papel reciclado y el resto con unos 140 millones de toneladas de celulosa. De esta cantidad, sólo entre 45 millones y 50 millones de toneladas se transan en el mercado y es ahí donde compiten las dos productoras nacionales; el resto es elaborado por compañías que abastecen directamente a sus propias fábricas de papel (CMPC también destina una parte a sus papeleras).
Entre las firmas que pelean la demanda libre, la principal es la brasileña Aracruz, con una capacidad instalada de 3 millones de toneladas desde 2006.
Sandra Novoa Fernández
La celulosa ha sido una privilegiada protagonista del actual boom de commodities. Sus precios registraron este año un ininterrumpido ascenso hasta alcanzar los niveles más altos del último quinquenio: el referencial NBSK (fibra larga blanqueada del Hemisferio Norte) partió enero en US$ 598 la tonelada y ya va en US$ 729,9.
Y aun cuando está lejos del peak de US$ 1.000 que anotó en 1995, valor hoy impensable a juicio de empresas y analistas -también descartan que en el mediano plazo vuelva a desplomarse a los US$ 385 de 1985-, esta escalada ha sido uno de los combustibles de la bolsa. Las acciones de las dos productoras locales del insumo para papeles y cartones, Empresas Copec -que consolida a Celulosa Arauco, filial que no se transa en el ruedo bursátil- y CMPC, están entre las cinco que han empujado la rentabilidad del IPSA.
Porque a pesar de que en la industria aclaran que el NBSKP es un "precio de lista" bastante más alto que el real al que se cierran los contratos, en los que se aplican descuentos por volumen, calidad y forma de pago, los analistas bursátiles afirman que los inversionistas van tras el reflejo en la utilidad del sustancioso margen que están obteniendo estas empresas. Según sus estimaciones, aun cuando las transacciones efectivas se muevan en el rango de US$ 650 por tonelada en el caso de la fibra de pino radiata y de US$ 600 a US$ 620 para la de eucalipto, duplican sus costos.
En el caso de Arauco el costo de producción de la tonelada de celulosa de pino (BSKP) a 2005 incluido el transporte era de US$ 289 por tonelada, mientras que en la de eucalipto (BHKP) llegaba a US$ 313.
Esta es una de las ventajas de las compañías chilenas a nivel mundial, donde si bien están más arriba de Brasil, cuyos costos se estiman entre US$ 180 y US$ 210, mantienen bastante distancia de sus competidoras del Hemisferio Norte, donde éstos rondan los US$ 450 a US$ 570.
De hecho, una de las causas que ha influido en el repunte de los precios, aparte del crecimiento de China, es que las plantas más antiguas del otro lado del globo están cerrando -un claro ejemplo es Canadá- porque ya no son competitivas, tanto por razones de tamaño como por el alto costo de la madera, ya que en esos países los bosques se demoran en madurar entre 40 y 50 años, versus los 12 a 20 años que tardan en los países del sur .
Aunque ese efecto empieza a ser compensado por el aumento en la capacidad de producción en Brasil, Chile y Asia -lo que debiera presionar a la baja los precios de la celulosa de eucalipto-, sustentaría las altas cotizaciones por un tiempo más en celulosa de pino. De ahí que resulte poco probable que los precios vayan a caerse de un día para otro.
Entre 2006-2008 la región aportará unas nueve plantas y dos son chilenas: Nueva Aldea y Santa Fe II. Pero el país tocó techo: no habrá masa forestal disponible en la próxima década para alimentar otra. Se requieren unas 100.000 hectáreas de plantaciones al año para abastecer una fábrica de un millón de toneladas.
Ante la pregunta de cuánto más aguantarán los precios en los actuales niveles en la industria, los analistas creen que en 2007 serán similares a los de este año y en 2008 tenderían a bajar, pero no muy pronunciadamente, porque desde 2000 a la fecha los ciclos se han aplanado. El último notorio fue entre 1993 y 1996, en que la cotización subió de US$ 500 a US$ 1.000, para después rondar los US$ 600; desde entonces las brechas no han vuelto a superar los US$ 350. Ahora, ya no se habla de ciclos.
Cuánto pesan Arauco y CMPC
Arauco es de las mayores productoras a nivel mundial de celulosa de mercado (ver recuadro). Sus plantas Arauco, Constitución, Licancel; Valdivia (hoy al 80% de su capacidad), Nueva Aldea y Alto Paraná, en Argentina, totalizan una capacidad instalada de 2 millones 841 mil toneladas.
A diciembre de 2005 la celulosa representaba 45% de su Ebitda (resultados antes de impuestos, depreciación, amortización e intereses) y 42% de sus ventas. Sus principales mercados son Asia, con un 50% de las ventas (China representa entre 25% y 30%) y Europa con otro 30%. Cuenta con 850.583 hectáreas de plantaciones, de las cuales 680.000 están en Chile y el resto en Brasil y Argentina.
Las tres plantas de CMPC suman una capacidad de 860 mil toneladas de celulosa blanqueada de pino radiata y 370 mil toneladas de celulosa blanqueada de eucalipto. A ello se agregará la nueva línea de producción de Santa Fe, que inicia su operación durante estos días, con 780 mil toneladas anuales de celulosa de eucalipto. Se nutre de un patrimonio forestal de 627 mil hectáreas en Chile, ubicadas preferentemente en la VIII y IX regiones.
Abastece a más de 200 clientes en 30 países de Asia (China, Japón, Corea, Taiwán), Europa y América Latina. Este commodity representa cerca del 28% de sus ingresos y 40% del Ebitda.
Las dimensiones de este mercado
El consumo mundial de papeles y cartones para los más diversos usos -embalajes, impresión, tissue y periódicos- está estimado en unos 380 millones de toneladas de papel al año.
Más o menos la mitad de ese volumen se fabrica con papel reciclado y el resto con unos 140 millones de toneladas de celulosa. De esta cantidad, sólo entre 45 millones y 50 millones de toneladas se transan en el mercado y es ahí donde compiten las dos productoras nacionales; el resto es elaborado por compañías que abastecen directamente a sus propias fábricas de papel (CMPC también destina una parte a sus papeleras).
Entre las firmas que pelean la demanda libre, la principal es la brasileña Aracruz, con una capacidad instalada de 3 millones de toneladas desde 2006.
Sandra Novoa Fernández
1 comentario
JOSE MARIA LOPEZ JIMENEZ -