¿Super unplugged? Inventan un sistema para escuchar música sin cables y a través del cuerpo humano
Así lo plantea un proyecto que patentó Sony. Para lograrlo se necesitaría un transmisor en una muñeca y auriculares inalámbricos y con una pequeña antena.
Si bien alguna vez todos soltamos la frase este cantante me cae mal, hasta ahora no se conocen empachos producto de temas que resultaron difíciles de digerir. Sin embargo, en un futuro cercano puede que ciertos acordes atraviesan literalmente nuestras vísceras, porque la compañía Sony patentó un sistema que disfraza el cuerpo humano de cable y deja atrás el uso de auriculares conectados a un reproductor para escuchar música. "Es como una estación de FM trucha a 15 centímetros del cuerpo humano", dice el ingeniero electrónico Gustavo Waim, para empezar a explicar este novedoso proyecto.
La idea es que al reproductor de MP3 que descansa en la cintura, se le sume un transmisor en la muñeca que genere un campo electromagnético de baja intensidad que permita desarrollar una frecuencia de entre 500 kilohertz y 3 megahertz. "Luego el cuerpo se comporta como un cable y conduce esa señal que va a buscar la salida por los auriculares inalámbricos, que a su vez tendrán un demodulador (hace las veces de antena) para decodificar esa misma señal y convertirla en algo audible", explica Waim.
Es decir que, en principio, este dispositivo no reúne más ventajas que la de ¡archivar los cablecitos blancos!, señal inequívoca para el mundo punguista de que una persona lleva un Ipod. Y, a contramano del concepto primordial de la tecnología de hacer más fácil la vida de las personas, el nuevo invento amplía el equipaje necesario para llevar la música a todas partes. "La ventaja puede ser que no habría interferencias porque la señal pasa por el cuerpo y no tiene contacto con el aire. La duda es si, a la larga, puede acarrear problemas patógenos", plantea el ingeniero. Mismos interrogantes, por ejemplo, que todavía giran alrededor de si el uso del celular podría tener consecuencias cancerígenas por las radiaciones electromagnéticas que emanan los aparatos.
En cuanto al empleo del cuerpo humano como medio de transmisión , en 1996 IBM había presentado un dispositivo que permitía intercambiar tarjetas de visitas mediante un apretón de manos, así como, luego en 2004, Microsoft patentó los derechos de explotación de esta actividad.
Leonardo Bachanian, Clarín.com
Si bien alguna vez todos soltamos la frase este cantante me cae mal, hasta ahora no se conocen empachos producto de temas que resultaron difíciles de digerir. Sin embargo, en un futuro cercano puede que ciertos acordes atraviesan literalmente nuestras vísceras, porque la compañía Sony patentó un sistema que disfraza el cuerpo humano de cable y deja atrás el uso de auriculares conectados a un reproductor para escuchar música. "Es como una estación de FM trucha a 15 centímetros del cuerpo humano", dice el ingeniero electrónico Gustavo Waim, para empezar a explicar este novedoso proyecto.
La idea es que al reproductor de MP3 que descansa en la cintura, se le sume un transmisor en la muñeca que genere un campo electromagnético de baja intensidad que permita desarrollar una frecuencia de entre 500 kilohertz y 3 megahertz. "Luego el cuerpo se comporta como un cable y conduce esa señal que va a buscar la salida por los auriculares inalámbricos, que a su vez tendrán un demodulador (hace las veces de antena) para decodificar esa misma señal y convertirla en algo audible", explica Waim.
Es decir que, en principio, este dispositivo no reúne más ventajas que la de ¡archivar los cablecitos blancos!, señal inequívoca para el mundo punguista de que una persona lleva un Ipod. Y, a contramano del concepto primordial de la tecnología de hacer más fácil la vida de las personas, el nuevo invento amplía el equipaje necesario para llevar la música a todas partes. "La ventaja puede ser que no habría interferencias porque la señal pasa por el cuerpo y no tiene contacto con el aire. La duda es si, a la larga, puede acarrear problemas patógenos", plantea el ingeniero. Mismos interrogantes, por ejemplo, que todavía giran alrededor de si el uso del celular podría tener consecuencias cancerígenas por las radiaciones electromagnéticas que emanan los aparatos.
En cuanto al empleo del cuerpo humano como medio de transmisión , en 1996 IBM había presentado un dispositivo que permitía intercambiar tarjetas de visitas mediante un apretón de manos, así como, luego en 2004, Microsoft patentó los derechos de explotación de esta actividad.
Leonardo Bachanian, Clarín.com
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