"La innovación requiere horas fuera de la oficina"
Lotte Bailyn, académica del MIT, dice que cuando las firmas no legitiman la vida familiar asumen costos como ausentismo y rotación. Bailyn es una convencida de que la vida personal vale tanto como el trabajo. Y que las empresas que lo internalizan son más rentables.
Bailyn es profesora de Administración y directora del Workplace Center del MIT. Y ha dedicado su carrera a este tema. Ha escrito libros como "Rompiendo el molde: rediseñando el trabajo para tener vida productiva y satisfactoria"y el 9 de enero expondrá en el seminario de ComunidadMujer y la Escuela de Administración de la Universidad Católica, "Hoy es posible: productividad y calidad de vida".
-Usted ha dicho que las firmas serán competitivas, "a menos que se den cuenta de los cambios en la fuerza de trabajo". ¿A qué apunta?
"Al número de mujeres, particularmente con hijos, que se unen al trabajo y a que hay necesidades por las que preocuparse. Si las empresas siguen pensando que los trabajadores sólo prestan atención al empleo, porque "alguien más" cuida de su familia, habrá consecuencias: menor productividad, ausentismo, rotación y no ayudará a los costos".
"Es importante que tomen conciencia de que los empleados tienen vida fuera de la oficina y lo consideren al momento de diseñar los puestos de trabajo".
-¿Hay estudios que midan cómo esta integración de la vida personal incide en la productividad?
"Pocos. Pero hay datos que muestran que que la creatividad y la innovación requieren horas fuera de la oficina. La mayoría de los descubrimientos se han hecho cuando la gente no está con la presión inmediata del trabajo".
-¿Qué prácticas han mostrado ser más exitosas en las empresas?
"Depende de cada empresa. Pero hay principios: permitir que la gente tenga cierta flexibilidad y control de las condiciones en que trabaja. Fijarse en el producto, y no tanto en la cantidad de trabajo que pusieron. La empresa de electrónica Best Buy, por ejemplo, ha lo ha hecho y ha tenido menos ausentismo y más satisfacción de los empleados".
-¿Este tipo de prácticas está masificada en las empresas de EE.UU.?
"No. Para ellas es muy difícil desprenderse de supuestos como que los gerentes tienen que ver a la gente trabajando porque de lo contrario creen que no lo están haciendo".
-Esta flexibilidad suele asociarse con mujeres...
"Un problema, porque las define como personas que necesitan acomodos especiales y, no es equitativo. Los hombres necesitan tanta flexibilidad como las mujeres, pero para otros fines. Si tienen la posibilidad de controlar su tiempo para jugar golf, su trabajo también mejora".
-Hay publicaciones que están hablando del "resentimiento masculino" por esta flexibilidad, ¿es así?
"Por eso es importante no hacer esos acomodos sólo para mujeres. Tienen que ser para todos. Si las personas sólo ponen atención a su empleo no serán buenos trabajadores".
Daniela Santelices
Bailyn es profesora de Administración y directora del Workplace Center del MIT. Y ha dedicado su carrera a este tema. Ha escrito libros como "Rompiendo el molde: rediseñando el trabajo para tener vida productiva y satisfactoria"y el 9 de enero expondrá en el seminario de ComunidadMujer y la Escuela de Administración de la Universidad Católica, "Hoy es posible: productividad y calidad de vida".
-Usted ha dicho que las firmas serán competitivas, "a menos que se den cuenta de los cambios en la fuerza de trabajo". ¿A qué apunta?
"Al número de mujeres, particularmente con hijos, que se unen al trabajo y a que hay necesidades por las que preocuparse. Si las empresas siguen pensando que los trabajadores sólo prestan atención al empleo, porque "alguien más" cuida de su familia, habrá consecuencias: menor productividad, ausentismo, rotación y no ayudará a los costos".
"Es importante que tomen conciencia de que los empleados tienen vida fuera de la oficina y lo consideren al momento de diseñar los puestos de trabajo".
-¿Hay estudios que midan cómo esta integración de la vida personal incide en la productividad?
"Pocos. Pero hay datos que muestran que que la creatividad y la innovación requieren horas fuera de la oficina. La mayoría de los descubrimientos se han hecho cuando la gente no está con la presión inmediata del trabajo".
-¿Qué prácticas han mostrado ser más exitosas en las empresas?
"Depende de cada empresa. Pero hay principios: permitir que la gente tenga cierta flexibilidad y control de las condiciones en que trabaja. Fijarse en el producto, y no tanto en la cantidad de trabajo que pusieron. La empresa de electrónica Best Buy, por ejemplo, ha lo ha hecho y ha tenido menos ausentismo y más satisfacción de los empleados".
-¿Este tipo de prácticas está masificada en las empresas de EE.UU.?
"No. Para ellas es muy difícil desprenderse de supuestos como que los gerentes tienen que ver a la gente trabajando porque de lo contrario creen que no lo están haciendo".
-Esta flexibilidad suele asociarse con mujeres...
"Un problema, porque las define como personas que necesitan acomodos especiales y, no es equitativo. Los hombres necesitan tanta flexibilidad como las mujeres, pero para otros fines. Si tienen la posibilidad de controlar su tiempo para jugar golf, su trabajo también mejora".
-Hay publicaciones que están hablando del "resentimiento masculino" por esta flexibilidad, ¿es así?
"Por eso es importante no hacer esos acomodos sólo para mujeres. Tienen que ser para todos. Si las personas sólo ponen atención a su empleo no serán buenos trabajadores".
Daniela Santelices
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