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En Estados Unidos, demandan a una tele-evangelista por decir que "Dios puede curar"

Darlene Bishop, una tele-evangelista con llegada nacional, no hace las cosas por la mitad. Cuando ella y su marido, Lawrence, erigieron una estatua de Jesús en los jardines de su megaiglesia en Monroe, Ohio, la hicieron de 19 metros de altura.

No menos exageradas son sus aseveraciones sobre el poder de la oración para sobreponerse a la enfermedad. A través de una serie de sermones, libros y un programa de televisión, Sisters (Hermanas), transmitido en canales satelitales religiosos en todo Estados Unidos y el exterior, predica que Dios tiene el poder para curar hasta las enfermedades más mortales, entre ellas el cáncer.

Pero su punto de vista hoy es objeto de una acción judicial. Cuatro parientes de la señora Bishop la están demandando porque les dijo que Dios curó a su padre –el hermano de la Sra. Bishop- de cáncer de garganta. El hombre murió de esa enfermedad hace 18 meses.

En su libro "Your Life Follows Your Words" (Tu vida sigue tus palabras), Bishop cuenta cómo superó su cáncer de mama a través de la oración, y cómo su hermano también se había curado. No hay ninguna mención sobre la muerte del hombre en el libro lo cual, según ella, se debe al hecho de que fue publicado en un momento en que había tenido una remisión durante más de un año.

Pero el ejemplar sigue estando a la venta a través de su sitio web (a 15 dólares) bajo el anuncio: "Cómo Dios la curó de su cáncer de mama y a su hermano, de su cáncer de garganta".

El hermano de la señora Bishop, Darrell "Wayne" Perry, era un compositor reconocido cuya obra fue ejecutada por grandes nombres de la música country como Tim McGraw y los Backstreet Boys. Durante el año anterior a su muerte, en mayo de 2005, a los 55 años, quien se ocupó de él fue su hermana.

Sus hijos, Bryan, Justin, Olivia y Christian, presentaron una demanda legal por muerte ilegal contra la señora Biship porque, dicen, persuadió a Perry de abandonar la quimioterapia y confiar en la cura de Dios. Sostienen en el papelerío legal que, en el momento en que la señora Bishop y su hermano recorrían el país predicando sobre el milagro de su recuperación, ambos sabían plenamente que al Perry los médicos le habían dicho que su enfermedad era terminal.

En una acción legal separada también acusan a la señora Bishop de validar y de mal manejo de los bienes de su hermano. "Soy el hijo mayor de Wayne Perry", escribió Bryan, "y creo que es una vergüenza que tengamos que gastar nuestro dinero para pelear con nuestra tía".

En su blog, la señora Bishop echa por tierra las acusaciones a las que define como "absolutas mentiras", e insiste en que nunca le diría a nadie que rechazara la ayuda médica. "Lo alenté a que siguiera el consejo de los médicos, pero él se negó sistemáticamente a someterse a una cirugía".

Ed Pilkington, The Guardian.

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