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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

Conocer a la persona indicada, clave para obtener financiamiento

Llega un momento en la vida de todo negocio naciente en que se vuelve necesario conseguir inversores para consolidar la expansión. Conocer cómo piensan los inversores es clave para obtener fondos frescos.

¿Quién no conoce el poder de las redes de contactos? Jóvenes que consiguen su primer trabajo en el negocio de un amigo de su padre y vecinos que terminan siendo socios son algunos de los ejemplos más comunes.

Según el artículo The Money Connection de Harvard Business School, los networks son también fundamentales a la hora de comprender el funcionamiento de la multi millonaria industria del capital de riesgo.

Si bien en la Argentina el "venture capital" no está lo bastante desarrollado, es una pieza clave dentro del funcionamiento del capitalismo norteamericano. De hecho, prácticamente todas las famosas tecnológicas de la actualidad fueron, no mucho tiempo atrás, microscópicas firmas fundadas en campus universitarios por jóvenes con buenas ideas pero sin un centavo. Google y Yahoo son buenos ejemplos.

En algún momento, estas firmas tuvieron que salir a buscar inversores para expandir sus operaciones. El camino habitual: recurrir a empresas de capital de riesgo que aportan algunos millones de dólares a cambio de parte del paquete accionario de la compañía.

Sin embargo, existen algunas complejidades en el camino. El dinero está en Nueva York. La innovación tecnológica, en la lejana Silicon Valley. Sin embargo, los financistas de Wall Street son cuidadosos. Ellos saben muy poco del negocio tecnológico. Además, es casi imposible controlar un negocio que se encuentra a miles de kilómetros de distancia.

Este es uno de los principales dilemas de la industria del capital de riesgo: la falta de confianza a la hora de invertir en el proyecto de un desconocido (y más aún cuando éstos son jóvenes inexperimentados a miles de kilómetros de distancia).

Según la investigación de Harvard, en estos casos las redes de contactos son fundamentales. Ellas establecen lazos de confianza entre el joven genio de Silicon Valley y el inversor neoyorkino.

La investigación de Harvard demuestra que los capitalistas de riesgo con mayores relaciones en distintas áreas geográficas y sectores de la industria se encuentran en mejores condiciones para evaluar objetivamente los proyectos de inversión que les presentan. Más contactos significa más información a la hora de decidir y mayor control sobre la evolución de las empresas en las que han invertido.

En buena medida, advierte el estudio de Harvard, con este marco conceptual puede comprenderse la evolución de la industria del capital de riesgo en la época de la burbuja puntocom de fines de los '90. Los capitalistas de riesgo que más han invertido en el boom de Silicon Valley son quienes estaban históricamente más sólidamente relacionados con miembros de la industria tecnológica.

Precisamente, las burbujas especulativas son momentos en que resucitan viejas relaciones de negocios. Hacia 1997, muchos capitalistas de riesgo neoyorkinos levantaron su teléfono para llamar a algún viejo socio o empleado que estaba trabajando en el oeste: "¡Sam, como estás tanto tiempo! Parece que hay algo interesante en Silicon Valley. ¿Qué se está cocinando por los pasillos? ¿Qué empresas me recomiendas?".

De esta forma, señalan los investigadores de Harvard, el financiamiento del boom puntocom fue, en buena medida, una cuestión de contactos de negocios donde la empresa con mayores relaciones conseguía financiamiento y crecía (al menos, por un tiempo) y la start-up aislada, por mejores ideas que tuviera, no pasaba de ser un efímero sueño de verano.

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