El jardín de hierbas medicinales de Berlusconi
El ex Premier construye en Cerdeña su último capricho. Primero quiso convertir a su amado equipo de fútbol, el AC Milán, en el más poderoso del planeta, y lo logró. Luego el mundo de los negocios le quedó chico, y se pasó a la política. Fue Primer Ministro. Silvio Berlusconi tiene ahora otra obsesión, tal vez menor, pero capricho al fin: un jardín de plantas medicinales. La construcción de un invernadero con miles de plantas medicinales de todo el planeta es la nueva fijación de Berlusconi para su villa en Cerdeña, ya denominada "la mansión de las maravillas".
La mansión, polémica por sus construcciones y reestructuraciones presuntamente no autorizadas, se está convirtiendo en un "Disneylandia" de la botánica y de la naturaleza, según EFE.
A las ya existentes cascadas y lagos, plantaciones de frutales, más de 500 especies de cactus, decenas de palmeras, más de 800 clases de hibiscus y campos de olivos, se le va a sumar ahora un verdadero edén de plantas curativas. Berlusconi denomina a este espacio como "el jardín de los frailes", ya que decidió construirlo según textos de monjes medievales que cultivaban plantas con cualidades curativas.
Berlusconi ha pedido y recibido la autorización antes de comenzar a construir la estructura de cristal, que ocupará unos 1.600 metros cuadrados, en el que crecerán las típicas plantas aromáticas de Cerdeña pero también especies de varias zonas del mundo.
La mansión, polémica por sus construcciones y reestructuraciones presuntamente no autorizadas, se está convirtiendo en un "Disneylandia" de la botánica y de la naturaleza, según EFE.
A las ya existentes cascadas y lagos, plantaciones de frutales, más de 500 especies de cactus, decenas de palmeras, más de 800 clases de hibiscus y campos de olivos, se le va a sumar ahora un verdadero edén de plantas curativas. Berlusconi denomina a este espacio como "el jardín de los frailes", ya que decidió construirlo según textos de monjes medievales que cultivaban plantas con cualidades curativas.
Berlusconi ha pedido y recibido la autorización antes de comenzar a construir la estructura de cristal, que ocupará unos 1.600 metros cuadrados, en el que crecerán las típicas plantas aromáticas de Cerdeña pero también especies de varias zonas del mundo.
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