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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

La fama como capital inicial de una Pyme

Artistas, modelos y figuras del deporte a veces incursionan en proyectos de negocios que no están vinculados de manera directa con su actividad principal.
¿Qué pasa cuando el hobby se convierte en una pasión? ¿Cómo logran atender ambas responsabilidades a la vez? ¿Hasta qué punto sirve ser conocido para triunfar?

Artistas, personajes del mundo del espectáculo, modelos, deportistas y conductores de radio y televisión, entre otras celebridades, se vuelcan a emprender en actividades totalmente diferentes de las que los condujeron a la fama. Se da, por ejemplo, el caso de un árbitro de fútbol que se dedica ahora a criar gallinas ponedoras, o el de un reconocido actor que instaló un complejo turístico en las sierras cordobesas.

En contra de lo que suele creerse, los proyectos de negocios que llevan adelante los famosos suelen ser encarados, no como un hobby, sino como la búsqueda de una fuente de recursos, tanto para el presente como para el futuro. Aunque, al mismo tiempo, según el especialista en imagen de marca Santiago Jovenich, también apuntan a concretar un sueño personal y realizar una actividad que les brinda placer. "La personalidad y el estilo de vida anhelados marcarán al emprendimiento", afirma.

Casi todos los entrevistados para este informe dicen que siempre pensaron en la posibilidad de generar un negocio independiente y que tener una empresa propia les otorga respaldo y confianza para afrontar la frecuente inestabilidad laboral de su profesión. La idea es eliminar la necesidad —y la presión— de tener que tomar lo primero que les ofrecen, contando con ingresos que sirvan para cubrir sus gastos cotidianos. Esta tranquilidad les permite, por un lado, sentirse más a gusto con su actividad principal y, por el otro, disponer de más tiempo para dedicarle a su emprendimiento.

Cabañas al tope

El actor Damián de Santo hizo construir seis cabañas de lujo para alquilar en Villa Giardino (una localidad cordobesa de algo más de 6.000 habitantes ubicada en el Valle de Punilla). "Hice de todo: vendí desde relojes hasta ropa interior. Sabía que no quería depender de un patrón, pero no tenía capital para hacerlo", relata el fundador de Umbral del Sol, junto a su esposa Vanina, bailarina de tango profesional.

Finalmente, en 2001, comenzó a buscar lugares para instalar su proyecto. Para ello, apuntó a Córdoba, y más específicamente a Villa Giardino donde adquirió dos hectáreas. El 15 de diciembre del 2004 inauguró el complejo turístico.
"Elegimos construir cabañas porque somos consumidores del servicio y queríamos mejorar lo que había en el mercado. Por otra parte, son más simples de administrar y controlar que un complejo hotelero", explica el actor. Entre los detalles diferenciales se destaca la distancia entre cada unidad: 25 metros.

A la hora de mencionar las dificultades, De Santo destaca los imprevistos en la construcción, que provocaron retrasos y llevaron el total de la inversión a algo más de US$ 450.000.

"Esto lo tomo como un negocio, pero también como un cambio de estilo de vida. La idea es mudarnos allí dentro de dos años y vivir de eso. Ya ahora pasamos toda la temporada de verano en Córdoba, atendiendo en forma directa a los huéspedes", señala el protagonista de ficciones televisivas como Amor Mío, Vulnerables y Verdad Consecuencia.

Para De Santo, la clave para conseguir que el 80% de los clientes vuelva es brindar "un muy buen servicio y una atención personalizada".

Cosméticos con identidad

Para garantizar esto, los emprendedores famosos suelen contar con una persona de confianza (pariente, amigo y/o encargado) que se encarga de la parte operativa, sin depender de ellos a la hora de tomar decisiones coyunturales. En otros casos, disponen de un equipo profesional de trabajo, en el que las tareas de cada individuo están bien delimitadas.

Una experta en la práctica de asociarse con profesionales de diversas áreas es Karina Rabolini. "Conocí a mis cuatro socios de casualidad, en 2002. Me gustó su idea, porque no me acercaron un proyecto millonario, sino una iniciativa que requería poco capital (unos $ 70.000), y representaba un plan realista para el mercado argentino de ese momento. La idea era apostar a la industria nacional lanzando productos de cuidado personal y perfumería", relata la ex modelo.

Su responsabilidad en el emprendimiento abarca el manejo del marketing y las relaciones públicas. "Aunque si hay que controlar el stock, lo hago sin problemas. Estoy en todo, no me quedaría tranquila si no me involucrara. Y el trabajo en equipo ayuda a seguir un ritmo constante", comenta.

Los costos fijos son bajos porque tercerizan todos los procesos de producción. Cuentan con una cartera de 95 productos, y facturaron algo más de $ 11 millones en el último año. La comercialización se realiza en un local propio y a través de distribuidores que llegan a unos 2.500 puntos de venta, en especial, perfumerías y farmacias. Además, exportan a Perú, Ecuador, Bolivia, Paraguay y Uruguay.

Cuando tenía apenas 18 años, Rabolini comenzó a comercializar ropa interior. Las dificultades para competir en precio con los artículos importados, sumadas a algunos errores de gestión, la obligaron a cerrar en 1997. "Pero por suerte se me presentó esta segunda oportunidad", reconoce.

Y agrega: "Trabajé desde chica. Me encantaba hacerlo porque necesitaba independencia. Además, desde siempre quise generar cosas; es algo que me gusta".

En cuanto a la responsabilidad que representa el hecho de que su propio nombre sea también la denominación comercial de la empresa, Rabolini destaca: "Este es un factor extra que hay que cuidar, porque mis actos personales pueden influir en la marca". Jovenich confirma esto: "Si la persona en cuestión tiene buena imagen, y es exitosa, eso contagiará a cualquier emprendimiento que inicie, tanto en la puesta en marcha, como en el perfil que adquiera el proyecto", sostiene.

De la cancha al gallinero

Hasta el 28 de marzo pasado, ngel Sánchez fue árbitro internacional del fútbol argentino. Cuando todo hacía pensar que, luego del retiro de las canchas, su vida giraría en torno de ese ámbito, se puso a evaluar, desde fines de 2005, posibles alternativas de emprendimientos.

Justo en ese momento, un conocido le propuso hacerse cargo de Agrícola San Cayetano, un establecimiento de gallinas ponedoras, que venía padeciendo problemas económicos.

"La inversión inicial la destinamos a adquirir 2.000 pollas. Luego, de a poco, comenzamos a mejorar el galpón y las jaulas, e incorporamos más animales", resume Sánchez, que se embarcó en este desafío junto con su esposa y su cuñado, quien reside en forma permanente en el predio, ubicado en San Cayetano, cerca de la ciudad de Necochea.

"Al principio no sabíamos nada del tema, pero nos fuimos informando. Tuvimos que aprender a comprar los insumos (girasol, soja y maíz), y a negociar, tanto en cantidad como en precio", cuenta el ex árbitro argentino designado para dirigir en el Mundial Corea/Japón 2002, y la Copa América 2001.

Entre otras dificultades que afrontó, recuerda los costos de veterinario y medicamentos, y los cortes de luz, que afectaban la molienda de los alimentos. Destaca también la solidaridad de la gente de la zona, que lo ayudó a superar algunos obstáculos.

Actualmente, cuenta con algo más de 4.000 animales y planea llegar a 10.000. Los huevos producidos se comercializan entre unos 15 clientes, entre los que se destacan panaderías, heladerías, almacenes y fabricantes de pastas. "La idea es profesionalizarnos cada vez más e invertir en mejorar la infraestructura y automatizar algunos procesos del galpón", anticipa Sánchez.

Cuestión de equilibrio

Los emprendedores famosos coinciden en que no es tan difícil combinar las tareas de su profesión y, al mismo tiempo, manejar una Pyme. Esto se debe a que en las áreas artísticas y deportivas hay mayores tiempos ociosos y los ritmos suelen ser inconstantes: pueden estar trabajando sin parar durante cuatro meses y permanecer inactivos durante el resto del año.

Esta inestabilidad laboral la padecen, sobre todo, los actores y las personalidades del mundo del espectáculo. A raíz de ello, a mediados de agosto pasado, el actor Alberto Martín abrió, junto a sus dos hijos varones, una pañalera a la que sumaron la venta de artículos para bebés y también para sus mamás.

"Elegimos este rubro porque el cliente tiene una continuidad promedio de dos años y medio, y el control de stock es sencillo, debido a que son productos que no caducan", resume el actor, con amplia trayectoria en cine, teatro (La Jaula de las Locas) y televisión (El Sodero de mi Vida, Los Secretos de Papá)
Estos no son, por cierto, sus primeros pasos como emprendedor. "Siempre estuve cerca del área comercial, porque me gusta la actividad. Y la verdad es que nunca dejé de hacer cosas en ese sentido: tuve agencia de autos y, durante 12 años, administré paradores de playas en Pinamar. No puedo definir si ésta es una vocación innata o si se debe a que necesito compensar la inestabilidad de mi profesión", reflexiona.

Para armar la pañalera, se preparó consultando a mayoristas y dueños de locales del ramo. También les preguntó a muchas mamás cuáles eran sus necesidades en las distintas etapas de la maternidad.

"No soy un improvisado, sino que creo en el trabajo", subraya. También se apoyó en sus hijos, que son profesionales universitarios: Juan Martín, especialista en informática; y Juan Manuel, contador público y administrador de empresas.

Alberto Martín se encargó, eso sí, de armar las estanterías y la vidriera, y algunos días de la semana remplaza a sus hijos en la atención a los clientes, desde el mostrador. "Es muy sacrificado, hay que estar en el día a día, y salir a comprar algo cuando se necesita, o cuando se demandan nuevos artículos", describe.

El lugar elegido para instalar este local fue el centro comercial La Lucila, en el partido bonaerense de Vicente López.

El actor se muestra confiado y satisfecho. "A pesar del corto tiempo que llevamos en esto, estamos muy contentos con los resultados. Queremos ir despacio, con pasos cortos, para hacer el correcto aprendizaje del negocio. La proyección es a futuro, pretendemos conseguir mejores precios de compra para ofrecer precios más convenientes de venta. Eso se logra con la cantidad. Por eso, nuestra idea, a largo plazo, es inaugurar entre dos y tres locales más", anticipa Martín.

Con historia

Otra figura famosa que apostó por la actividad emprendedora es la conductora televisiva y radial Ernestina Pais. En su caso, la opción fue incursionar en el rubro gastronómico.

En 1999 inauguró Milion, un restaurante emplazado en una casona antigua (del año 1913), ubicada en pleno barrio porteño de Recoleta, que despliega su esplendor en unos generosos 1.000 metros cuadrados distribuidos en cuatro pisos.

"Es realmente una mezcla de edades, países y tribus, donde se respira buena onda. Eso lo permite esta hermosa casa, donde se puede ver como se vivía en otros tiempos, mientras uno consume una cerveza y ve pasar a los turistas que vienen especialmente a visitarla. El hecho de que no hayamos tirado abajo ni una pared marca una diferencia importante con tanto restaurante reciclado", se enorgullece.

La idea surgió de la mano de quien heredó esta propiedad de su familia y forma parte del grupo de los cuatro socios y amigos que conforman esta Pyme.

"Milion nació de las ganas de salvar esta casa, para evitar que la vendieran y la demolieran. Para conseguir eso, había que armar un proyecto sustentable, que permitiera hacer frente a los gastos de este espacio enorme", cuenta Pais.
Lo novedoso fue que, a la oferta culinaria, le sumaron muestras de arte y fotografía, otra de las pasiones de esta carismática mujer, conocida por su humor y su desinhibición, compartiendo actualmente la conducción del programa Mañanas informales con Jorge Guinzburg.

En los comienzos, el desafío no resultó fácil. "Ninguno de nosotros tenía conocimiento del negocio gastronómioco, ni vínculo alguno con la actividad. Por eso, nos equivocamos muchísimo. Por ejemplo, un día vinieron 1.500 personas y nos asustamos porque no estábamos preparados. Y entonces decidimos cerrar los sábados. Preferíamos eso a que la gente se sintiera mal atendida y se llevara una mala impresión. Fuimos paso a paso", se sincera.

País, hija de un arquitecto de quien probablemente heredó el gusto por los lugares con historia y diseño, relata que con sus socios aprendieron de las equivocaciones y, debido a ello, no quemaron etapas.

"Fuimos respetuosos con la actividad. Podrían calificarnos de improvisados, pero no invertíamos más que lo que nos ingresaba", afirma.

De 10 empleados pasaron a los actuales 40, y en cada sector de la casona hay encargados de confianza que manejan cada barra. "Saber delegar es importante", comenta País.

En cuanto a su experiencia personal, la conductora señala que "Milion es un sueño interior de crear un lugar donde poder encontrarnos con amigos y conocidos. Además, me brindó un respaldo para poder elegir con tranquilidad mis trabajos. Me dio estabilidad. En cambio, la trayectoria laboral en los medios es inestable y tiene más relación con las modas".

Puertas que se abren

Ser conocido a nivel popular también suele facilitar, por ejemplo, las gestiones burocráticas. De Santo relata que, al poner en marcha su emprendimiento turístico, "la municipalidad nos dio una mano en la tarea de remover suelos para trazar las calles e instalar la iluminación del camino principal. Era una forma de contribuir a fomentar el lugar, a mejorarlo y a que se haga conocido. A mí, todo eso, me pareció una buena manera de usar la profesión".

Por su parte, Karina Rabolini reconoce que, en su caso, "la fama abrió puertas a la prensa, lo que nos permitió ahorrar dinero en difusión, y volcar esos recursos a capital de trabajo. El costo publicitario de una campaña masiva generalmente resulta muy caro para una Pyme".

Esta posibilidad de llegar a los distintos medios de comunicación para hablar sobre su proyecto, por el hecho de ser una figura conocida, es valorada por todos los entrevistados como uno de los principales beneficios que les aportó su profesión.

Al mismo tiempo, según subraya Jovenich, también se torna más sencillo conseguir financiamiento, socios y apoyos institucionales de empresas y de organismos públicos.

Pero también es cierto que, si no se maneja con criterio la relación precio/calidad, o no se atiende correctamente el servicio que se brinda, el riesgo de fracaso (o incluso desaparición) del negocio es el mismo que corren emprendedores menos conocidos.
Otro aspecto a tener en cuenta, advierte Jovenich, es el perfil de personalidad de la celebridad: "Sus defectos y debilidades se van a hacer presentes en el proyecto. Por eso, se recomienda rodearse de un grupo de gente que sepa salvar esos puntos débiles. Hay que aprender a delegar en las áreas en las que no se tenga conocimiento o no se dominen plenamente", explica.

Con la música a otra parte

En este sentido, el conocido exponente de la música nacional Juan Carlos Baglietto reconoce que "el nombre y apellido me abrieron puertas, pero, por otro lado, me jugaron en contra, porque era una presión adicional para demostrar que podía hacer las cosas bien y que no sólo era un tipo que cantaba. Me sentía más observado. Me tuve que ganar un lugar apoyándome en la fuerza de los hechos".

Baglietto es propietario de una de las principales empresas locales que provee el servicio de luces y estructuras para shows, eventos y recitales. "Nos especializamos en proyectos especiales, en la necesidad de conseguir cosas poco comunes, que representan un reto. Es decir, ofrecemos todo lo que hace falta en infraestructura para montar un espectáculo", afirma Baglietto.

Su firma tuvo a su cargo, por ejemplo, el armado del auditorio de 360 grados de Temaikén, la iluminación del museo de Boca, el show de Diego Torres en el estadio de Vélez, la puesta completa de Opera Pampa, y todas las pantallas gigantes y las luces para el programa Showmatch.

Todo comenzó, hace 25 años, como una necesidad, ya que tenía que abastecerse de luces para sus recitales. "Así, al poco tiempo, empezaron a pedirme algunos conocidos que les brinde este servicio. Aunque recién en 2002 me empecé a dedicar de lleno, y de forma seria, a este emprendimiento: me profesionalicé, y fui incorporando más prestaciones, como estructuras y diseños integrales.

Pero éstas fueron también las causas que me llevaron a desatender la música, mi profesión", dice Baglietto, quien, luego de casi diez años, acaba de lanzar un nuevo trabajo discográfico.

"Desde siempre fui emprendedor, es mi pasión. Pero nunca fui un buen empresario, porque mezclé mi fanatismo por mostrar lo mejor desde lo artístico. Así, y por las diversas situaciones económicas del país, me fundí dos veces, pero volví a empezar. Hoy en día, Baglietto Producciones es una empresa consolidada y madura", asegura.

"Este es un negocio de mucha paciencia y de alto riesgo: cobramos en pesos, pero los insumos se pagan en dólares. Además, la amortización es a largo plazo, pero la vida útil de la tecnología, por su avance, es corta. A pesar de todo, bien manejado, es rentable", señala.

Actualmente, trabajan allí 20 personas en el plantel estable, más los contratados.

Sello de deportistas

En el rubro deportivo, los hermanos futbolistas Esteban y Nicolás Cambiasso también están dejando su huella como emprendedores. Con su marca Balonpie, desde su barrio natal de Villa del Parque, se dedican a confeccionar ropa deportiva: indumentaria para equipos de fútbol y básquet (camisetas, shorts), bolsos, camperas y equipos de gimnasia, entre otros productos.

Visten oficialmente a clubes como Olimpo de Bahía Blanca y Flandria. Por otro lado, atienden pedidos de particulares.

A pesar de que ya en 1999 contaban con un local especializado en la venta de estos artículos, empezaron a fabricar a fines de 2002 aprovechando la devaluación del peso y la promesa de crecimiento económico del país. "En este sector, como en tantos otros, en esa época quedaban pocos fabricantes y se había terminado la importación masiva. Por eso, era el momento ideal para ingresar al negocio", describe Nicolás Cambiasso, arquero de fútbol, que se dedica al emprendimiento en sus ratos libres.

Lo mismo ocurre con el más famoso del grupo: Esteban, ex jugador del Real Madrid (España) y actual integrante del Inter de Milán (Italia). "l, a la distancia, colabora trayendo catálogos. Además, está pendiente de lo que sucede y da sus opiniones", aclara Nicolás.

Fue Federico, el hermano mayor, quien se hizo cargo de los aspectos operativos de la fábrica, mientras sus dos hermanos se concentraban en sus profesiones. "Cuando armamos el proyecto, la idea era que él lo maneje; porque de otro modo no hubiera prosperado. Además, le tenemos una confianza ciega, y así se pueden delegar las decisiones diarias", relata Nicolás.

El comercio les sirvió como "escuela para aprender de telas y contactarnos con proveedores", explica. Luego, uno de los empleados, con conocimientos en confección de ropa, los fue asesorando para poner en marcha la fábrica. Sólo les hizo falta invertir $ 150.000.

Actualmente, disponen de ocho empleados y producen 49 combinaciones de camisetas de fútbol. Venden algo más de 50.000 prendas al año.

Se volcaron a esta actividad, en buena medida, porque su familia siempre los alentó a practicar un deporte. "Por lo tanto, toda la vida nos gustó estar bien equipados y tener una indumentaria adecuada para el ejercicio físico. Eso nos llevó a entender a los deportistas, a saber qué eligen y cuáles son sus necesidades", relata Federico.

La experiencia de los Cambiasso confirma una convicción que sostiene Jovenich: "Los proyectos tienen que evolucionar para progresar, y esto tendrá que ver con los cambios y evoluciones de la persona. Si no crece, se cansará de llevarlo adelante".

Mariano Jaimovich.

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