Gobierno Corporativo y Competitividad
La Corporación Andina de Fomento (CAF) ha venido trabajando desde hace varios años en la promoción de la adopción de buenas prácticas de Gobierno Corporativo (GC) en la región.
Inicialmente realizó actividades dentro de un programa dirigido al fortalecimiento de los sistemas de regulación y supervisión en las áreas de bancos, valores, pensiones y seguros de sus países accionistas.
En los últimos tiempos y por su importancia para la competitividad está desarrollando un programa específico con este fin.
El GC consiste en el conjunto de prácticas, formales e informales, que gobiernan las relaciones entre los administradores y todos aquellos que invierten recursos en la empresa, principalmente accionistas y acreedores. Constituye entonces una dimensión de la regulación (y/o autoregulación) que tiene un efecto sobre el acceso a capital y a financiamiento principalmente, pero que afecta la relaciones con otros stakeholders o grupos de interés de la empresa.
Se consideran buenas prácticas de GC aquellas que buscan disminuir los problemas de incentivos y comportamiento ('problemas de agencia') debido a la separación de la propiedad y el control en las empresas y la existencia de accionistas controlantes y minoritarios. Su efectividad genera relaciones más equitativas y transparentes y la posibilidad de centrar las decisiones dentro de las empresas en la generación de valor.
Por estas razones el Foro Económico Mundial, en su Índice Global de Competitividad anual, incluye como medición del desarrollo de las instituciones privadas cuatro preguntas directamente relacionadas con el tema.
La región se encuentra rezagada con respecto a estas dimensiones que forman parte de los determinantes de la competitividad.
En términos concretos, estas prácticas buscan reducir los costos asociados al monitoreo, control y adopción de riesgos, lo que permite el desarrollo de acuerdos mas eficientes y por tanto mejoran la disposición a invertir recursos en las empresas.
En una primera aproximación, los recursos son financieros y de capital, pero incluyen también los riesgos que asumen también el resto de los stakeholders.
A nivel de las empresas, la adopción de buenas prácticas de GC debería mejorar la disponibilidad y las condiciones de obtención de recursos financieros al ofrecer menores costos de monitoreo y menores riesgos relacionados con su gestión. De forma complementaria, permiten el establecimiento de acuerdos en mejores condiciones y a mayores plazos con otros stakeholders como pueden ser proveedores, clientes o empleados, los cuales cuentan con una contraparte que ofrece una mayor transparencia y una mejor concentración en la generación de valor.
Una de las formas en que puede concebirse una empresa es como un entramado contractual. A partir de un centro gestor y decisorio se desarrollan relaciones con diferentes grados de formalidad (incluyendo contratos) a partir de las cuales se busca crear valor. Cada una de estas dimensiones tiene un marco legal y jurídico dentro del cual se enmarca la relación.
En la medida en que cada una de estas dimensiones represente menores costos de transacción, se generan beneficios que económicamente se miden como mejoras en la productividad.
A nivel agregado, la adopción de buenas prácticas de GC por las empresas de un país o región debería tener un efecto positivo sobre los niveles de ahorro e inversión al reducir los costos y riesgos y mejorar la transparencia de la gestión de los recursos.
De esta forma puede ayudar al desarrollo institucional del sistema financiero y del mercado de valores, y a su vez contribuir al de sectores relacionados como el de las auditorias externas y los servicios de contabilidad. Finalmente, facilita la supervisión y/o regulación en los sectores que la tienen, contribuyendo con todos estos factores a la competitividad agregada.
La CAF ha venido apoyando la adopción de buenas prácticas a través de dos tipos de actividades. En primer lugar ha impulsado el desarrollo de aportes conceptuales y técnicos sobre el tema.
Concretamente, ha puesto a disposición de la región los lineamientos para un Código Andino de Gobierno Corporativo, la cartilla Gobierno Corporativo: Lo que todo empresario debe saber, el Manual de Gobierno Corporativo para empresas de capital cerrado y un software de auto-evaluación.
Adicionalmente, en conjunto con socios estratégicos dentro de la región, CAF ha propiciado el desarrollo de foros y seminarios sobre el tema, impulsado directamente la adopción de buenas prácticas en unas quince empresas de todo tipo.
Convencidos de su importancia para la competitividad de la región, hacia el futuro se continuará trabajando en la promoción de buenas prácticas de GC a través de la promoción de investigaciones sobre el tema, de propiciar debates y discusión en foros y seminarios y buscando la implementación en empresas que sirvan de ejemplo para la región.
Portafolio
Inicialmente realizó actividades dentro de un programa dirigido al fortalecimiento de los sistemas de regulación y supervisión en las áreas de bancos, valores, pensiones y seguros de sus países accionistas.
En los últimos tiempos y por su importancia para la competitividad está desarrollando un programa específico con este fin.
El GC consiste en el conjunto de prácticas, formales e informales, que gobiernan las relaciones entre los administradores y todos aquellos que invierten recursos en la empresa, principalmente accionistas y acreedores. Constituye entonces una dimensión de la regulación (y/o autoregulación) que tiene un efecto sobre el acceso a capital y a financiamiento principalmente, pero que afecta la relaciones con otros stakeholders o grupos de interés de la empresa.
Se consideran buenas prácticas de GC aquellas que buscan disminuir los problemas de incentivos y comportamiento ('problemas de agencia') debido a la separación de la propiedad y el control en las empresas y la existencia de accionistas controlantes y minoritarios. Su efectividad genera relaciones más equitativas y transparentes y la posibilidad de centrar las decisiones dentro de las empresas en la generación de valor.
Por estas razones el Foro Económico Mundial, en su Índice Global de Competitividad anual, incluye como medición del desarrollo de las instituciones privadas cuatro preguntas directamente relacionadas con el tema.
La región se encuentra rezagada con respecto a estas dimensiones que forman parte de los determinantes de la competitividad.
En términos concretos, estas prácticas buscan reducir los costos asociados al monitoreo, control y adopción de riesgos, lo que permite el desarrollo de acuerdos mas eficientes y por tanto mejoran la disposición a invertir recursos en las empresas.
En una primera aproximación, los recursos son financieros y de capital, pero incluyen también los riesgos que asumen también el resto de los stakeholders.
A nivel de las empresas, la adopción de buenas prácticas de GC debería mejorar la disponibilidad y las condiciones de obtención de recursos financieros al ofrecer menores costos de monitoreo y menores riesgos relacionados con su gestión. De forma complementaria, permiten el establecimiento de acuerdos en mejores condiciones y a mayores plazos con otros stakeholders como pueden ser proveedores, clientes o empleados, los cuales cuentan con una contraparte que ofrece una mayor transparencia y una mejor concentración en la generación de valor.
Una de las formas en que puede concebirse una empresa es como un entramado contractual. A partir de un centro gestor y decisorio se desarrollan relaciones con diferentes grados de formalidad (incluyendo contratos) a partir de las cuales se busca crear valor. Cada una de estas dimensiones tiene un marco legal y jurídico dentro del cual se enmarca la relación.
En la medida en que cada una de estas dimensiones represente menores costos de transacción, se generan beneficios que económicamente se miden como mejoras en la productividad.
A nivel agregado, la adopción de buenas prácticas de GC por las empresas de un país o región debería tener un efecto positivo sobre los niveles de ahorro e inversión al reducir los costos y riesgos y mejorar la transparencia de la gestión de los recursos.
De esta forma puede ayudar al desarrollo institucional del sistema financiero y del mercado de valores, y a su vez contribuir al de sectores relacionados como el de las auditorias externas y los servicios de contabilidad. Finalmente, facilita la supervisión y/o regulación en los sectores que la tienen, contribuyendo con todos estos factores a la competitividad agregada.
La CAF ha venido apoyando la adopción de buenas prácticas a través de dos tipos de actividades. En primer lugar ha impulsado el desarrollo de aportes conceptuales y técnicos sobre el tema.
Concretamente, ha puesto a disposición de la región los lineamientos para un Código Andino de Gobierno Corporativo, la cartilla Gobierno Corporativo: Lo que todo empresario debe saber, el Manual de Gobierno Corporativo para empresas de capital cerrado y un software de auto-evaluación.
Adicionalmente, en conjunto con socios estratégicos dentro de la región, CAF ha propiciado el desarrollo de foros y seminarios sobre el tema, impulsado directamente la adopción de buenas prácticas en unas quince empresas de todo tipo.
Convencidos de su importancia para la competitividad de la región, hacia el futuro se continuará trabajando en la promoción de buenas prácticas de GC a través de la promoción de investigaciones sobre el tema, de propiciar debates y discusión en foros y seminarios y buscando la implementación en empresas que sirvan de ejemplo para la región.
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