Lo que los ingleses quieren
La influyente periodista cree que Chile puede conquistar el Reino Unido con vinos orgánicos y biodinámicos. También apuesta por el Carménère como promotor de la oferta nacional.
Sarah Jane Evans tiene uno de los trabajos más envidiables del mundo. Básicamente las "obligaciones" de la periodista inglesa son tres: viajar, comer y beber vino.
Pero no se crea que todo es relajo con Evans. Su opinión es una de las más respetadas en la industria de los alimentos en el Reino Unido.
Evans es responsable de la sección de bebestibles de la revista Good Food, la más leída en ese mercado y tiene un espacio en Great Food Live, el principal canal de TV gastronómico. Como si eso fuera poco, es Gobernadora General de la British Nutrition Foundation y hasta el 2005 fue presidente de la Asociación de escritores gastronómicos.
Evans visitará esta semana varias viñas chilenas para conocer las últimas novedades nacionales.
A la hora de señalar sus vinos chilenos favoritos, opta por una respuesta inicial "very polite".
- ¡No quiero perder mis amigos en la industria de vinos de Chile! Son muchos vinos, no quiero especificar.
En todo caso, asegura que las viñas nacionales están en medio de una efectiva campaña de conquista del público inglés. Un mercado que importó casi US$ 150 millones en vino chileno en 2006 y es el segundo destino para la industria vinícola nacional.
- El perfil de Chile ha subido rápidamente gracias al trabajo conjunto de los exportadores. Michael Cox - el representante de Wines of Chile en Londres- está haciendo un muy buen trabajo. En inglés hablamos de "a charm offensive" (algo así como "una ofensiva encantadora").
Las grandes marcas, como por ejemplo Concha y Toro, saben como hacer vinos muy populares. Las novedades de los últimos años para los ingleses son los nuevos terroirs: Leyda, San Antonio, Elqui y Limarí. Cada año hay algo nuevo.
- En términos de manejo enológico ¿qué viñas le llaman la atención?
- Es interesante lo que pasa con el movimiento orgánico y biodinámico. Chile tiene un clima ideal para producir estos vinos.
Creo que el trabajo en biodinámica de productores como Álvaro Espinoza o de empresas como Viña Seña, son sólo el inicio de una tendencia importante.
Ingleses curiosos
Al momento de definir lo que pasa por la mente de los ingleses cuando eligen un vino, Sarah Jane Evans tiene una imagen clara.
- El consumidor británico es curioso. Es abierto a beber todas las variedades que le ofrezcan.
- ¿Cuál es la importancia de los concursos de vinos en ese mercado?
- El comprador tiene algunos segundos para decidir su compra en una tienda. Por ello, una medalla inglesa, del año, ayuda mucho. Una de Bruselas o de Burdeos, tiene mucho menos interés.
Los periodistas ingleses también se interesan mucho por los vinos que obtienen medallas.
En el Reino Unido tenemos tres competencias importantes. La International Wine Challenge (IWC), de la revista Wine and Spirit, es la más conocida.
También está la de la revista Decanter, que tiene sólo dos años, pero participan jueces muy reconocidos. Finalmente, la International Wine and Spirit Competition (IWSC) es la de mayor trayectoria y sólo hace falta marketing para elevar su perfil.
Hay algunas competencias que de vez en cuando son de mayor interés para la prensa inglesa.
Por ejemplo, la viña Villa Maria, de Nueva Zelandia, ganó más de la mitad de los premios en un torneo que organizó Air New Zealand. Impresionante. Igualmente, viña Errázuriz puso sus mejores vinos frente a las más destacadas cepas italianas y francesas y ganó en la Cata de Berlín.
- En la industria chilena del vino existe división respecto a si usar al Carménère como cepa insignia de la oferta exportadora ¿Cómo lo evalúa pensando en el mercado inglés?
- A pesar de que Chile tiene lo que en inglés llamamos 'Unique Selling Proposition' con en Carménere, efectivamente esa cepa divide las opiniones.
A mí me gustan mucho los mejores Carménere. Eso sí, creo que los productores tienen que preocuparse de mejorar su oferta de esta cepa. Tienen que aprender a utilizarla.
Además, me interesa mucho lo que esta haciendo Chile con los Pinot Noir y con los Syrah.
- Usted es reconocida como cronista culinaria. Mientras el vino chileno es conocido internacionalmente, no ocurre lo mismo con la cocina chilena ¿Afecta eso la venta de los vinos?
- Por su puesto que tiene un efecto.
Por ejemplo, hay restaurantes argentinos en Londres. Los viñateros de ese país utilizan esos negocios para llevar periodistas gastronómicos y wine writers.
En el caso de Chile, lo que tienen que hacer es mostrar que sus vinos pueden ser disfrutados con distintos tipos de comidas. ?
Cambio culinario
- ¿Cómo definiría al consumidor inglés de alimentos?
- Están muy interesados en las novedades, especialmente la gente del sur y de Londres. Acá, mucha gente viene de distintos lugares del mundo y por eso estamos acostumbrados a probar de todo. Además, los medios de comunicación incentivan esa actitud.
Una tendencia importante son las preparaciones en base a alimentos locales y orgánicos. El estilo de los restaurantes también cambió. Están muy de moda los gastropubs, en los que se sirven grandes platos para disfrutar entre amigos, sin gran etiqueta, sin esas grandes servilletas blancas, etc.
Eduardo Moraga V.
Sarah Jane Evans tiene uno de los trabajos más envidiables del mundo. Básicamente las "obligaciones" de la periodista inglesa son tres: viajar, comer y beber vino.
Pero no se crea que todo es relajo con Evans. Su opinión es una de las más respetadas en la industria de los alimentos en el Reino Unido.
Evans es responsable de la sección de bebestibles de la revista Good Food, la más leída en ese mercado y tiene un espacio en Great Food Live, el principal canal de TV gastronómico. Como si eso fuera poco, es Gobernadora General de la British Nutrition Foundation y hasta el 2005 fue presidente de la Asociación de escritores gastronómicos.
Evans visitará esta semana varias viñas chilenas para conocer las últimas novedades nacionales.
A la hora de señalar sus vinos chilenos favoritos, opta por una respuesta inicial "very polite".
- ¡No quiero perder mis amigos en la industria de vinos de Chile! Son muchos vinos, no quiero especificar.
En todo caso, asegura que las viñas nacionales están en medio de una efectiva campaña de conquista del público inglés. Un mercado que importó casi US$ 150 millones en vino chileno en 2006 y es el segundo destino para la industria vinícola nacional.
- El perfil de Chile ha subido rápidamente gracias al trabajo conjunto de los exportadores. Michael Cox - el representante de Wines of Chile en Londres- está haciendo un muy buen trabajo. En inglés hablamos de "a charm offensive" (algo así como "una ofensiva encantadora").
Las grandes marcas, como por ejemplo Concha y Toro, saben como hacer vinos muy populares. Las novedades de los últimos años para los ingleses son los nuevos terroirs: Leyda, San Antonio, Elqui y Limarí. Cada año hay algo nuevo.
- En términos de manejo enológico ¿qué viñas le llaman la atención?
- Es interesante lo que pasa con el movimiento orgánico y biodinámico. Chile tiene un clima ideal para producir estos vinos.
Creo que el trabajo en biodinámica de productores como Álvaro Espinoza o de empresas como Viña Seña, son sólo el inicio de una tendencia importante.
Ingleses curiosos
Al momento de definir lo que pasa por la mente de los ingleses cuando eligen un vino, Sarah Jane Evans tiene una imagen clara.
- El consumidor británico es curioso. Es abierto a beber todas las variedades que le ofrezcan.
- ¿Cuál es la importancia de los concursos de vinos en ese mercado?
- El comprador tiene algunos segundos para decidir su compra en una tienda. Por ello, una medalla inglesa, del año, ayuda mucho. Una de Bruselas o de Burdeos, tiene mucho menos interés.
Los periodistas ingleses también se interesan mucho por los vinos que obtienen medallas.
En el Reino Unido tenemos tres competencias importantes. La International Wine Challenge (IWC), de la revista Wine and Spirit, es la más conocida.
También está la de la revista Decanter, que tiene sólo dos años, pero participan jueces muy reconocidos. Finalmente, la International Wine and Spirit Competition (IWSC) es la de mayor trayectoria y sólo hace falta marketing para elevar su perfil.
Hay algunas competencias que de vez en cuando son de mayor interés para la prensa inglesa.
Por ejemplo, la viña Villa Maria, de Nueva Zelandia, ganó más de la mitad de los premios en un torneo que organizó Air New Zealand. Impresionante. Igualmente, viña Errázuriz puso sus mejores vinos frente a las más destacadas cepas italianas y francesas y ganó en la Cata de Berlín.
- En la industria chilena del vino existe división respecto a si usar al Carménère como cepa insignia de la oferta exportadora ¿Cómo lo evalúa pensando en el mercado inglés?
- A pesar de que Chile tiene lo que en inglés llamamos 'Unique Selling Proposition' con en Carménere, efectivamente esa cepa divide las opiniones.
A mí me gustan mucho los mejores Carménere. Eso sí, creo que los productores tienen que preocuparse de mejorar su oferta de esta cepa. Tienen que aprender a utilizarla.
Además, me interesa mucho lo que esta haciendo Chile con los Pinot Noir y con los Syrah.
- Usted es reconocida como cronista culinaria. Mientras el vino chileno es conocido internacionalmente, no ocurre lo mismo con la cocina chilena ¿Afecta eso la venta de los vinos?
- Por su puesto que tiene un efecto.
Por ejemplo, hay restaurantes argentinos en Londres. Los viñateros de ese país utilizan esos negocios para llevar periodistas gastronómicos y wine writers.
En el caso de Chile, lo que tienen que hacer es mostrar que sus vinos pueden ser disfrutados con distintos tipos de comidas. ?
Cambio culinario
- ¿Cómo definiría al consumidor inglés de alimentos?
- Están muy interesados en las novedades, especialmente la gente del sur y de Londres. Acá, mucha gente viene de distintos lugares del mundo y por eso estamos acostumbrados a probar de todo. Además, los medios de comunicación incentivan esa actitud.
Una tendencia importante son las preparaciones en base a alimentos locales y orgánicos. El estilo de los restaurantes también cambió. Están muy de moda los gastropubs, en los que se sirven grandes platos para disfrutar entre amigos, sin gran etiqueta, sin esas grandes servilletas blancas, etc.
Eduardo Moraga V.
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