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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

El Raps vuelve en gloria y majestad

La ingeniera agrónoma creó hace dos años una exitosa empresa oleaginosa para la industria salmonera y salvó de la muerte al raps. Se estima que el cultivo no sólo podría llegar a las superficies de antaño, sino incluso alcanzar, en el futuro, a las 150 mil hectáreas.

Hace cuatro años nadie daba un peso por el raps. La perforación de la banda de precios del aceite (2001-20002) desplomó las plantas procesadoras y su cultivo cayó en picada. De las 60 mil hectáreas sembradas, quedaron apenas 700. Un panorama desolador para los agricultores.

Hasta que apareció una joven ingeniera agrónoma - Karina Von Baer (34) - , que a cargo de una tradicional planta multiplicadora de semillas, apostó contra viento y marea por la elaboración de aceite de raps para la industria alimenticia de la salmonicultura del sur del país.

En un plazo récord de cuatro meses, con tenacidad, convicción y un ambicioso e innovador proyecto en la mano, salió a buscar capital y convenció a inversionistas para levantar una planta procesadora en Freire, la que en dos años no sólo creció espectacularmente, sino que ayudó a colorear de un amarillo intenso los campos sureños.

Tuvo un buen ayudante, eso sí. O más bien, su visión le permitió ver que el aceite de raps era una alternativa para reemplazar el cada vez más escaso y caro aceite de pescado en la alimentación de salmones. La potente industria salmonícola chilena ya buscaba fórmulas con las que reemplazar el producto animal. Se dio la sinergia salmones-agricultura. Funcionó tan bien que la demanda por aceite de raps creció rápido, al igual que la superficie plantada.

Así, en sólo tres años las 700 hectáreas se convirtieron en 15 mil y las proyecciones dicen que podrían aumentar a 30 mil en la temporada 2006-2007. Eso sin considerar el impacto que eventualmente podrían tener su uso para la fabricación de biodiésel, lo que podría significar que en el futuro el raps cubra hasta 150 mil hectáreas.

La reina del raps

Karina Von Baer lleva literalmente la genética vegetal en la sangre. Pertenece a la sexta generación de una emprendedora familia que hace 150 años comenzó a investigar y experimentar con semillas en Alemania.

Y, cuando su abuelo Ferdinand Von Baer Lochow y su padre Eric llegaron a nuestro país, huyendo del ahora derribado Muro de Berlín, las semillas continuaron formando parte de su universo familiar.

Su padre, pionero en el desarrollo genético de cereales, acaba de cumplir medio siglo investigando y aportando nuevas y seleccionadas variedades a la agricultura nacional.

Por esa razón, Karina creció en el predio paterno bajo la interminable lluvia sureña, rodeada de semillas, cultivos experimentales, agricultores y campos pintados por las plantaciones de cereales de todo tipo.

"Me gustaba la parte comercial más que la científica", subraya al precisar que por ese motivo estudió agronomía, con mención en economía agraria en la Pontificia Universidad Católica de Chile, carrera de la cual obtuvo su título en 1996.

Recuerda que en sus años de universitaria había mucha discusión sobre el futuro de la agricultura en la zona de la Araucanía y que entonces muchos planteaban una forestación total.

"No era lo que quería. Venía de una familia de agricultores. Entonces partí a trabajar a Estados Unidos y Canadá. Quería especializarme y buscar lo que podría hacer acá".

Se fue soltera y regresó con Andreas Schick, su marido ingeniero forestal, quien ha sido su principal apoyo a la hora de iniciar innovadores proyectos en la tierra que la vio nacer.

El poder de la confianza

"Primero trabajé con mi padre, pero al poco tiempo me di cuenta que quería ser independiente. Fue entonces cuando comencé a trabajar en Saprosem - una empresa multiplicadora de semillas- , que económicamente estaba mal".

Con la experiencia adquirida en el exterior y a cargo de Saprosem en 1999, comenzó a buscar nuevos nichos en el mercado de la producción de trigos específicos para la industria de las galletas.

De esa innovación nació la empresa Granotop, encargada de la comercialización de variedades específicas de trigo, y pasó a ser socia de Saprosem, a la que comenzó a rearmar para darle un nuevo enfoque y buscar nuevas alternativas.

En Granotop siguió buscando nuevos proyectos y fue así como incorporó trigo para la industria del salmón. Ahí tomó contacto con Nutreco, una de las empresas que fabrica alimentos para salmones.

La firma necesitaba aceite de raps. Karina quizo jugárselas por la posibilidad. Pero significaba reunir un capital del orden de US$ 7 millones, en tres meses, para instalar una planta procesadora. La agrónoma no dudó y con el apoyo de Fundación Chile, Nutreco, el grupo de inversionista Schiess, entre otros, juntó el dinero. En cuatro meses ya tenía la planta funcionado en el sector de Freire.

Pero, necesitaba proveedores, lo que significó que mientras reunía el dinero para la planta, trabajaba en convencer a los agricultores que se atrevieran con el cultivo.

Eran tiempos críticos para el raps porque la crisis del cultivo en los años 2001-2002 fue tan brutal que sólo quedaron operando dos plantas de aceite. La superficie de raps cayó violentamente y el aceite nacional fue sustituido por las importaciones de Argentina y Bolivia, principalmente. Para los agricultores no era una alternativa de cultivo.

"El panorama era negro. Nadie daba un peso por el raps", subraya Karina.

Sin embargo, a fines de 2004, cuando la planta aún no estaba construida, ya había 4.000 hectáreas sembradas, es decir, Oleotop tenía la mayor participación en el mercado de los contratos de raps. Y, en diciembre de ese año cada kilo de raps le entregaba 300 centílitros de aceite.

Era sólo el inicio del renacer del raps.

Perspectivas

El aceite de raps sustituye al de pescado y su principal ventaja es el alto contenido de ácido graso con Omega Tres, que reduce el colesterol y ayuda a la dilatación arterial.

"En la medida que la salmonicultura ha crecido, se ha hecho escaso y caro el aceite de pescado, por lo tanto se ha comenzados a buscar sustitutos y el mejor es el de raps", explica Karina Von Baer.

Hoy la actividad de la planta es frenética y diariamente unos 40 camiones hacen una larga fila para descargar la materia prima que termina alimentado los salmones que luego viajan miles de kilómetros para satisfacer los paladares más exigentes. Anualmente la instalación entrega 8 mil litros de aceite de la oleoginosa para la industria alimenticia del salmón y pellets de raps para la alimentación del ganado de la industria lechera.

En la actualidad, la superficie de raps en el país es de 15 mil ha de las cuales poco menos de la mitad están contratadas por Oleotop para la fabricación del aceite. Pero el potencial es mucho mayor.

Incluso, para el próximo año tienen proyectada contratar 12.500 hectáreas, casi el doble de sus actuales contratos.

"La demanda de la industria del salmón es mucho mayor a lo que producimos. Para satisfacerla habría que sembrar 80 mil hectáreas. Hoy abastecemos el 15 por ciento, por lo tanto hay un potencial insatisfecho del 85 por ciento", cuenta la especialista.

Con el aumento de superficie y de demanda, el precio también se transforma en un incentivo para que los agricultores comiencen a pensar en el raps como una alternativa. Cuando comenzaron con la planta pagaban US$ 205 la tonelada de raps y hoy, dos años después, el precio está en US$ 320.

En el último tiempo apareció, además, un nuevo componente que hace pensar que el impulso con que viene el cultivo podría tener un nuevo empujón: la posibilidad de que Chile produzca biodiésel. Y de concretarse se estima que podrían requerirse del orden de 60 mil hectáreas más.

Pero, si bien las perspectivas son doradas hay elementos que les plantan manchones oscuros.

Uno de ellos es el de la disponibilidad de la tierra para este cultivo.

Tema difícil de solucionar, pero que puede ser abordado desde otra posición: el aumento de la producción mejorando las condiciones agronómicas a través de la introducción de nuevas variedades y la fertilización de suelos.

Precisamente Karina sigue investigando el tema del mejoramiento genético de las variedades para adecuarlas al objetivo que se quiera - biodiésel o alimento de salmones, por ejemplo- y a aumentar los rendimientos.

Con esas perspectivas, el raps entonces es una alternativa con muy buenas posibilidades para que incluso pueda reemplazar al hasta ahora rey indiscutido de Chile, el gran señor trigo.

"En el futuro, el trigo va a ser la rotación del raps", señala Karina, al visualizar las perspectivas del cultivo, que dice, indicando estudios del Ministerio de Agricultura, podría llegar a unas 150 mil hectáreasen el sur del país.

Innovación como meta

Karina recuerda que cuando partió en Saprosem, en 1999, facturaban un millón de dólares. Luego de la creación de Granotop y Oletop, las tres empresas del holding, la facturación actual bordea los US$ 18 millones.

Para el próximo año planean seguir creciendo y ampliando la planta con una inversión de US$ 4 millones.

"Empezamos con 4 personas y hoy tenemos 40", cuenta orgullosa

No pretende dejarse estar. Por eso, para el futuro ya tiene preparado un proyecto para el biodiésel, listo para poner en marcha una vez que el gobierno defina su política sobre esta materia. Y, aunque prefiere mantener reservas sobre esa iniciativa, cuenta que está preparada para incorporarse de lleno a la producción del biocombustible con el mismo aceite.

Y también mantiene bajo siete llaves otros proyectos de desarrollo en el área agrícola y forestal.

"La idea es seguir con proyectos innovadores, crear nuevos productos, eso es lo entretenido, no se trata de copiar, sino de buscar, crear, innovar", recalca la gerente general de Oleotop.

Es precisamente ese espíritu lo que la ha hecho merecedora de diversos reconocimientos: como estar entre las cien mujeres líderes elegidas por 'El Mercurio' en 2005; el premio a la emprendedora joven otorgado por la SNA en noviembre de 2006; y el de joven emprendedora, en diciembre del año pasado. Además en octubre fue aceptada como miembro por Endeavour, después de una rigurosa selección internacional.

Oleginosa estrella

El raps o canola se cultiva para producir forraje, aceite vegetal para consumo humano, la industria alimenticia del salmón y biodiésel. En Chile, su principal zona de siembra es la IX Región. Los mayores productores son la UE, Canadá, EE.UU., Australia, China y la India.

La elaboración de aceite deja como residuo un prensado, medianamente rico en proteínas, que se transforma en pellet y se usa como alimento para el ganado bovino, aunque también para alimentar cerdos y pollos.

Iván Fredes

6 comentarios

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cristian aravena -

muy bueno todo lo relacionado con el producto , y todo lo que se puede hacer sobre todo lo del bio diesel, me interesa y es por eso que quisiera saber mas de el raps ya que contamos con gran cantidad de tierras en el campo que no estan siendo cultivadas. tanto de cerros como llanuras.

Carlos Rivas -

Buena página y buenos comentarios, lo que se podría traducir en un sitio web como el canadiense "Canola council", página especializada en este cultivo.

erik von baer -

Canola o RAPS son una gran oportunidad, siempre y cuando se utilice las variedades de bajo contenido de GLUCOSINOLATOS Y ACIDO ERUCICO.
En cuanto al contenido de los glucosinolatos,el cual queda y aumenta al doble al extraerse el aceite, este es un toxico residual que queda en la torta o Kuchen del grano de raps al cual se le ha extraido el aceite. La forma más simple de controlar este toxico que causa problemas en monogastricos y peces, es utilizando variedades de muy bajo contenido. Asì en Canada se acepta hasta 12 micromoles por gramo, en Europa para variedades nuevas un 14 y en la parte industrial hasta 18.
En Chile lamentablemente NADIE
controla este problema en las tortas de raps o canola, encontrandose partidas con sobre 28 partes, lo cual es un eminente peligro, principalmente para su uso como fuente proteica para salmones.Hay publicaciones al respecto. Todo esto hace peligrar en Chile una exelente alternativa por no tomarse las precauciones del caso.

Miguel -

Hola. quisira felicitar el autor de esta pagina. Mi duda es donde puedo encontrar informacion adicional sobre el aceite de Raps

Oscar -

Qué queda por decir. Todo, falta todo de cosas como esta para salir adelante. Felicitaciones a la Srta. Karina, si muchs felicitaciones. Además, me interesa el tema y sus posibles derivaciones incluso más allá de las del biodiesel. Cuestión de mucha tenacidad y un poco de ingenio
Oscar