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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, al desnudo ante ejecutivos globales

Los directores de la oficina chilena de McKinsey entrevistaron a la presidenta Bachelet. Un mano a mano con todo lo que quieren saber los hombres de negocios.

En su plataforma electoral, la ex Ministro de Salud de Ricardo Lagos prometió embarcarse en un doble desafío (para muchos insoluble). Por un lado, profundizar las medidas pro mercado. Por el otro, implementar políticas sociales para reducir la importante brecha entre ricos y pobres que todavía aqueja a la patria de Pablo Neruda. ¿Está funcionando su estrategia?

Un año después de su triunfo en las elecciones, Bachelet se sometió al escrutinio de los directores de la oficina chilena de McKinsey, en una entrevista imperdible donde la mandataria contestó sobre los temas que interesan a empresarios, ejecutivos e inversores globales.

Para Bachelet, si bien América Latina atraviesa un importante proceso de democratización, la población de varios países sigue descontenta con las políticas neoliberales de los '90, políticas que no fueron acompañadas de las adecuadas redes de contención social. El problema no es la libertad económica per se sino la falta de iniciativas para luchar contra la pobreza y las desigualdades.

Entrando más en temas relacionados con su propia gestión, Bachelet se mostró particularmente orgullosa de la ratificación y puesta en marcha del tratado de libre comercio con China, hoy el segundo socio comercial de Chile (por detrás de los Estados Unidos). La política comercial chilena sigue (y seguirá) apostando por la inserción en el mundo, a través de la firma de acuerdos con Nueva Zelanda, Brunei y Singapur.

En cuanto al futuro, Bachelet declaró tener mucha fe en una serie de planes gubernamentales para potenciar la competitividad de la economía chilena. Por ejemplo, se están instrumentando incentivos fiscales para fomentar los procesos de innovación en las empresas (que sigue en niveles muy bajos).

La presidenta apunta a fomentar la cooperación entre universidades y empresas en el desarrollo tecnológico de punta como la biotecnología. El objetivo de largo plazo: una economía más dinámica, competitiva y menos dependiente de las exportaciones de recursos naturales.

Y ya hay algunas señales alentadoras en varias industrias. Los criaderos de salmón han desarrollado nuevas vacunas. Minería y genética forestal también registran avances técnicos. Las bodegas, por su parte, han implementado proyectos para desarrollar vinos premium para la exportación. El turismo y los agronegocios también muestran un interesante desempeño.

Bachelet pretende que las pequeñas y medianas empresas se consoliden como el motor de la economía. Al fin y al cabo, ellas generan entre el 70 y 80 por ciento de los puestos de trabajo. El objetivo es imitar el modelo sueco y de otros países europeos, donde las PyMEs son grandes exportadoras.

En definitiva, ¿qué modelo de país tiene en mente Bachelet?

La presidenta sueña que, en diez años, Chile será visto como una sociedad moderna, con un avanzado sistema de protección social y una economía abierta, un país donde las empresas puedan encontrar un marco propicio de bajo riesgo y estabilidad jurídica para invertir e innovar.

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