Trabas de las petroleras al etanol en Estados Unidos
El presidente George W. Bush, las automotrices y los agricultores estadounidenses, entre otros grupos, alaban al etanol como una alternativa a las importaciones de petróleo.
Las plantas que convierten al maíz en combustible se multiplican a un ritmo frenético. Pero hasta el momento, sólo una diminuta fracción de las bombas de gasolina en EE.UU. permite que un usuario llene el tanque con etanol.
Uno de los principales factores que explica la falta de etanol en las estaciones de servicio es la resistencia de las petroleras. Aunque algunos ejecutivos del sector expresan entusiasmo por los combustibles alternativos, las petroleras dificultan que las bombas de gasolina ofrezcan un combustible llamado E85, compuesto por un 85% de etanol y un 15% de gasolina.
Estas políticas no son la única barrera a la difusión del etanol como combustible, pero representan un obstáculo significativo. Las petroleras pierden ventas cada vez que un conductor opta por el E85 y emplean una variedad de tácticas para que las estaciones que llevan su marca no ofrezcan E85. A quienes operan las franquicias, por ejemplo, a veces se les exige comprar exclusivamente a la petrolera. Puesto que las petroleras habitualmente no venden E85, las estaciones tampoco pueden hacerlo, al menos que la compañía otorgue un permiso especial que les permita comprar combustible de otra empresa. Asimismo, los contratos a veces limitan la publicidad del E85 y limitan su compra con tarjetas de crédito.
Las petroleras dicen que permitirán la venta de combustible alternativo en sus estaciones, pero siempre y cuando se cumplan ciertas normas para proteger a los consumidores y a su marca.
Grupo pequeño Las petroleras piensan que las restricciones son razonables y, en algunos casos, necesarias para asegurarse de que los conductores no usen E85 si sus vehículos no lo pueden usar.
La mayor parte de las 170.000 estaciones de servicio en EE.UU. no pertenecen a las petroleras, sino que son franquicias o estaciones independientes.
Menos de 1% de ellas tienen E85. Algunos expertos creen que, para posicionarse como un combustible alternativo viable, el E85 tiene que estar disponible en al menos un 10% de las bombas gasolineras.
La demanda por este combustible, en todo caso, es limitada
ya que sólo un 5% de los vehículos que circula en EE.UU. puede absorber el E85.
Entre quienes defienden un uso más amplio del E 85 figuran las automotrices estadounidenses, en especial Ford Motor Co. y General Motors Corp., puesto que el etanol es una de las iniciativas donde llevan la delantera.
Mientras las japonesas Toyota Motor Corp. y Honda Motor Co. han convertido en prioridad la fabricación de vehículos híbridos, las estadounidenses han optado por el combustible flexible, es decir autos que pueden usar tanto gasolina como etanol.
El precio del etanol ha subido durante los últimos doce meses, algo que se explica por la demanda de las petroleras que lo usan como parte de la mezcla de la gasolina. Este uso genera un conflicto de interés para los grandes productores de etanol, como Archer- Daniels-Midland Co.
Los principales clientes de su etanol son las compañías petroleras. Los usuarios del E85 constituyen un grupo mucho menor y más fragmentado.
ADM, cuya producción anual de 1.100 millones de galones representa más del 20% del mercado estadounidense de etanol, dice que no tiene inconvenientes para vender E85 a quien lo quiera, pero que constituye una parte “muy pequeña” de su negocio, reconoce Edward Harjehausen, un ejecutivo de ADM.
Algunos productores más pequeños, sin embargo, promueven el etanol, como VeraSun. Pero la mayor parte de la producción de los productores más pequeños es usado como aditivo de la gasolina, que es un 90% gasolina y un 10% etanol.
POR LAURA MEKLER - THE WALL STREET JOURNAL
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