Los capitales especulativos inundan América Latina, ¿pueden frenar el crecimiento?
En los últimos años, los países latinoamericanos ostentaron sólidos indicadores de crecimiento económico. Pero ahora, el fuerte ingreso de capitales especulativos está apreciando las monedas de la región y amenaza con frenar el crecimiento...
Las monedas de América Latina se han apreciado mucho desde comienzo de este año por la fuerte entrada de dólares en la región. Hay tres motivos para este fenómeno:
1) El aumento de las exportaciones
El auge de la demanda mundial de los principales productos latinoamericanos, desde la soja al café y el hierro, el acero y los textiles, ha impulsado los precios y los volúmenes de las exportaciones latinoamericanas a niveles récord.
2) El aumento de la inversión directa del exterior en un ambiente de crecimiento económico relativamente estable y sostenido
3) Ingreso de capitales especulativos
Junto al fuerte aumento de los ingresos en dólares proveniente de las exportaciones y de la inversión extranjera hay que añadir las entradas de capitales "golondrina" que también suponen un fuerte ingreso de divisas que aprecian las monedas latinoamericanas.
Los principales atractivos de la entrada del capital especulativo son las altos tipos de interés y las alzas en las bolsas (de hecho, Brasil, Chile y México tienen sus bolsas en máximos históricos). De esta forma, aunque este incremento de la oferta de dólares en Latinoamérica refleja confianza en sus economías, desgraciadamente está apreciando el valor de sus monedas. Y esta apreciación está produciendo efectos negativos sobre la economía de estos países.
Un dólar débil desanima la exportación y abarata las importaciones, poniendo en peligro el empleo y el crecimiento de la producción de los países latinoamericanos. Los países más afectados por la depreciación del dólar son aquellos de perfil exportador más pronunciado.
Así, las empresas cuyo negocio tenga una alta proporción en dólares (como las petroleras o exportadoras de otras materias primas) se verán más perjudicadas que aquellas que vendan en el mercado local.
Por tanto, esta apreciación de las divisas podría socavar la competitividad de América Latina, amenazando los empleos en sectores como el turismo en México, los automóviles en Brasil, la maquila en República Dominicana, la pesca en Perú, o el café en Colombia.
Sin embargo, no son sólo los exportadores los que se ven perjudicados por la apreciación de sus monedas. También sufren los productores nacionales que venden en el mercado local debido al abaratamiento de las importaciones. Quienes reciben remesas de emigrantes también se ven perjudicados ya que ahora por cada dólar que reciben obtendrán menos pesos o reales en el país de origen.
En un intento por evitar una mayor apreciación de las monedas latinoamericanas y evitar también la entrada en un ciclo de debilidad de la moneda después de este fuerte repunte, algunos gobiernos, como el de Brasil o el de Colombia, han tomado medidas que apuntan a reducir la especulación y a ayudar a fortalecer el mercado de divisas. Sin embargo, las monedas apenas han reaccionado a estas medidas y siguen apreciándose. No son buenas noticias para América Latina.
Rafael Pampillón Olmedo, Catedrático de la Universidad CEU-San Pablo, Profesor del Instituto de Empresa
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