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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

Cuando la memoria viene en frasco chico

Las "llaves" con conexión USB para almacenar información. "¿Necesitás el archivo? Esperá que te lo paso; lo tengo en mi llave de memoria." La frase es cada vez más popular, pero no se refiere a un oscuro recurso mnemotécnico, sino a un pequeño dispositivo de almacenamiento de datos que desplazó al tradicional disquete como forma de guardar y compartir archivos de computadora. Tiene el tamaño de un encendedor (a veces es incluso más pequeño), una carcasa de plástico o metal, y una tapita que esconde un enchufe USB, un tipo de conector presente en todas las computadoras modernas.

Basta con insertar este dispositivo en el enchufe para que la computadora (si usa Windows 2000, XP o Mac OS X) lo reconozca en forma automática como un disco removible. Para Windows 98 y Me, hay que instalar un archivo que debería venir con el CD de instalación que acompañe la llave de memoria. Es decir: es como un disquete, pero de mucha mayor capacidad, menor tamaño y gran confiabilidad. Tiene una vida útil de diez años y es poco propenso a los errores, al revés que el disquete, y no se raya como un CD. Usarlo es simple: una vez que el sistema operativo lo reconoce, se podrá acceder a sus contenidos como si fuera un disquete o un disco rígido, desde Mi PC. Se los conoce como llaves de memoria USB porque suelen traer un aro para sumarlo al llavero. Así de pequeños son.

También se les dice pen drive (algo así como "disco lapicera", en inglés) y tienen una capacidad que va de los 128 megabytes a varios gigabytes. Una comparación: un disquete almacena, en el mejor de los casos, 1,4 megabytes. Alcanza para guardar un par de fotos tomadas con una cámara de 3 megapíxeles. Una llave de 128 MB puede cargar unas doscientas fotos, o un disco de música en MP3, o decenas de documentos de todo tipo. En el mercado local se consiguen de varias capacidades y marcas. En promedio, una memoria USB de 128 megabytes (MB) tiene un precio de 65 pesos argentinos. Por 512 MB habrá que pagar 160 pesos argentinos. Una memoria de 1 gigabyte tiene un precio local que ronda los 250 pesos argentinos.

Si la llave se usara en conjunto con una notebook, hay que tener en cuenta antes de la compra la ubicación de los puertos USB de la computadora portátil y constatar que la llave de memoria deseada pueda ser conectada. Algunos modelos, además, ofrecen un reproductor de MP3 incorporado. De hecho, cualquier reproductor de audio o video digital que ofrezca una conexión USB (como el Apple iPod, por ejemplo) podrá ser usado como dispositivo de almacenamiento portátil.

Para la computadora, un documento de texto o un archivo de música son iguales: quien le da sentido a esos datos es el programa que los interpreta. Así que cualquier tipo de archivos podrá convivir con la música o los videos. Como la transferencia de archivos no es instantánea, hay que esperar a que los archivos se hayan copiado en forma completa antes de desconectarlo. La pista la ofrece el parpadeo de una pequeña luz que incluye la propia llave: cuando es rápido, se están leyendo o grabando datos en el dispositivo, y no debe ser desconectado. Si la luz está encendida en forma permanente o hace un parpadeo muy lento, todo estará bien y los datos estarán sanos y salvos en la llave de memoria USB.

Ricardo Sametband, Redacción de LA NACION, Argentina

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