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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

La Contabilidad de Gestión como instrumento de optimización en el espacio microeconómico

El entorno microeconómico actual está experimentando en España, al igual que lo viene haciendo en la mayor parte de los países industrializados, una intensificación cualitativa y a nivel de competencia, por una parte, así como un importante grado de desarrollo y de dinamismo -lo que algunos llaman fenómeno de "turbulencia"- por otra, que hacen imprescindible la utilización de unos modelos cada vez más perfectos en el área de la Contabilidad de gestión.

Tanto una optimización del factor humano, de su rendimiento y de su bienestar, por una parte, como la optimización en las realizaciones de las unidades económicas de producción o empresas, por otra, -gestoras, además, de dicho factor humano-, así como el posible incremento de la eficacia en la gestión de los recursos por parte de las Administraciones públicas, hacen necesaria, como decimos, una dinamización y constante perfeccionamiento en el ámbito que cubre esta importante disciplina, la contabilidad de gestión, que no es otro que el de una información económica de carácter integral en las correspondientes unidades económicas.

Dejando al margen los razonamientos relativos a su proyección en el sector público, lo cual necesitaría de un estudio más específico al respecto, podemos realizar algunas reflexiones sobre la situación actual y las perspectivas de la contabilidad de gestión -en base a esa necesidad inferida por la situación del entorno- en lo relacionado con las otras dos unidades microeconómicas, como son las familias, por una parte, y las empresas, por otra. Dado que la primera, esto es, el factor trabajo, o, en definitiva, la mano de obra de las unidades empresariales, se proyecta sobre las realizaciones económicas a través de las segundas, vamos a hacer una referencia de carácter genérico a la contabilidad de gestión y sus perspectivas, en relación con el entorno empresarial.

Conocida es la opinión general de que la contabilidad de gestión ha venido experimen­tando durante muchos lustros un cierto estancamiento en base a que no había llegado a superar, por lo general, los objetivos propios de la contabilidad de costes convencional. Afortunadamente desde hace unos años se ha comenzado a apreciar la contabilidad de gestión como un instrumento fundamental de cara a la mejora de las actuaciones empresariales y al incremento de su eficacia. Hoy día los profesionales de la contabilidad de gestión están adquiriendo un papel fundamental como protagonistas de la generación de una información cada vez más sustancial para los directivos de las empresas. El profesional de la contabilidad de gestión ha dejado de ser una persona que no hacía sino contabilizar los costes y ha pasado a ser una persona que debe trabajar igualmente en reducirlos. Estos profesionales han de elaborar una información de gran calidad que afecta prácticamente a todos los niveles de dirección y administración de las empresas, condicionando en buena medida la eficacia de las correspondientes tomas de decisiones. Otra característica actual de los "contables de gestión" es su tan necesaria como constante relación con los ingenieros, los directores de explotación, responsables de las líneas de productos, así como los propios directivos generales o managers dentro de las empresas.

Hoy en día en los sectores punta y de alta tecnología se dan cada vez con mayor frecuencia unos ciclos de vida más cortos en los productos, que multiplican la importancia de variables "no monetarias" en la planificación y desarrollo de dichos productos, tales como la calidad, la frecuencia en su renovación, las características diferenciadoras, etc. cuestiones que en estos casos han de ser consideradas en mayor medida que las convencionales -por ejemplo, la del coste de producción- a la hora de tomar las decisiones relativas a los productos.

A nuestro juicio se dan tres factores fundamentales que permiten este importante desarrollo actual de la contabilidad de gestión: A) El entorno económico; B) El entorno supranacional; y C) Diversos factores de carácter nacional.

El entorno económico, en primer lugar, del que hemos anticipado el carácter cada vez más dinámico y acelerado de sus procesos y acontecimientos, se caracteriza por un muy importante y creciente nivel tecnológico, debido en buena medida al desarrollo de la informática. Este tipo de desarrollo, de carácter "intensivo" más que "extensivo", determina que los costes de investigación, procesamiento, análisis y comunicación de la información hayan experimentado una muy importante disminución en estos últimos tiempos. Hoy día, con la tecnología digital se pueden registrar de forma continua e instantánea todos los datos derivados de las operaciones de fabricación. Los productos pueden ser, por otra parte, etiquetados con códigos de barra que posibilitan su automático control dentro de los correspondientes procesos. Todas estas cuestiones hacen que cambie de forma importante la estructura de los costes, que aumente de forma sensible el porcentaje de los costes fijos, sobre todo por los costes del personal informático, de las aplicaciones de software, etc., disminuyendo consecuentemente la proporción de costes directos en los productos respecto a los costes totales. Por otra parte, se han desarrollado de forma importante en estos tiempos los sistemas de fabricación flexibles, que tienen una amplia repercusión sobre los costes de producción, ya que convierten una buena parte de los costes de una fábrica en costes conjuntos.

Otra serie de factores que pueden originar una importante expansión de la contabilidad de gestión son los relacionados con el entorno supranacional. En el mundo se está gestando un nuevo orden económico a nivel internacional, que se materializa en una clara tendencia a la mundialización, que puede determinar sin duda una intensificación de las relaciones comerciales actuales; esta intensificación supranacional puede ser más intensa en Europa a partir del año 1993 con la implantación del Mercado Unico.

Por otra parte, los países del Este están experimentando una reconversión hacia los sistemas de libre mercado, lo cual va a determinar en estos próximos años un desarrollo espectacular -en este caso de carácter "extensivo", más que intensivo- de la contabilidad de gestión, ya que estos países van a salir de unos sistemas propiamente "administrativos" para sumergirse en el sistema de mercado, lo cual conllevará el necesario desarrollo de unos adecuados sistemas de planificación y gestión que impulsarán, en definitiva, la propia contabilidad de gestión.

En lo que se refiere, por último, al entorno nacional, hay que señalar, en primer lugar, que el nuevo marco legal mercantil en España va a determinar una importante intensificación de la cantidad de información que las empresas han de generar por una parte, y que por otra, van a poder manejar, en base a la información generada por otras empresas con las que se relacionen de una u otra forma, bien en calidad de clientes, de competidores, de proveedores, etc.

Esta mayor cantidad de información en el sistema microeconómico, procedente del subsistema empresarial, va a hacer que las empresas puedan caminar con mayor conocimiento hacia la optimización, puesto que van a poder disponer de una forma más amplia y automática de unos determinados estándares o puntos de referencia para que cada empresa pueda comparar sus actuaciones con las de otras unidades empresariales de forma individual o agrupada. Se trata, en definitiva, de que las empresas, por una parte, al tener que mejorar la información económico-financiera externa, de alguna manera habrán de desarrollar un mejor sistema interno de información; y por otra parte, al disponer de mucha más información sobre las empresas con las que a uno u otro nivel están relaciona­das, podrán introducir en su sistema de gestión las mejoras correspondientes para acercarse a los estándares específicos más convenientes al respecto.

En estos momentos, por lo tanto, se puede afirmar que la contabilidad de gestión está en un proceso de mutación transcendental, que puede, en definitiva, originar importantes mejoras para el desarrollo y la actuación, y por lo tanto para el bienestar, de las distintas unidades que conforman el sistema microeconómico nacional.

Jesús Lizcano Alvarez

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