Un trono para la compu
Consejos para elegir el asiento ideal para usar la computadora. Una silla o sillón que respete la salud y la estética de la casa.
Quienes están sentados largas horas frente a la computadora bien se merecen un trono que los haga sentir los reyes y reinas del teclado. Por la salud del usuario y por la estética de la casa, la silla soñada debe cumplir dos requisitos: ser cómoda y tener buen diseño.
Por suerte, los diseñadores le tomaron cariño a las sillas de computación y apuntaron su creatividad a este producto. La oferta actual comprende modelos de estilos diferentes, desde modernas sillas metálicas, ideales para un loft, hasta sillones tipo ejecutivo, perfectos para escritorios señoriales.
Los precios son variados. Pueden ir desde ciento y pico a más de ochocientos pesos. Sí, cuando estas sillitas salen de lo común, el precio se dispara. Entre las más caritas están, por ejemplo, los modelos Teo ($832), de Dash, y Swing Vip ($630), de Tisera.
Cuidar el estilo. Hasta hace unos años, al incorporar un silla de computadora en el hogar se corría el riesgo de agredir la estética de la casa. Por suerte, ya no pasa eso. Por ejemplo, la silla Elam Cromo ($464), de Tisera, está en construida en poliuretano inyectado y posee una forma moderna y ergonómica: base cromada, apoyabrazos, altura regulable y cómodo sistema oscilante.
La silla Spider ($725), de Dash, en cambio, ofrece una agresiva estructura de madera (parece una araña a punto de atacar) a la que hay que animarse. Tiene regulador de altura y viene en colores gris, blanco, negro y guatambú. Pero, si se prefiere combinar la madera y el metal en un silla entre clásica y moderna, la mejor opción es la silla Foa ($830), con sistema de oscilación y regulador de altura.
Criterio ergonómico. Saber si se necesita una silla ergonómica o es posible conformarse con cualquier poltrona, no es díficil. Hay un prueba irrefutable: primero sentarse ocho horas en la silla del comedor, luego padecer la misma estadía en una silla ergonómica. Después de esta doble maratón, nadie duda en la necesidad de usar sillas y sillones especiales para la compu.
Las sillas ergonómicas permiten regular la altura del asiento y la posición del respaldo. Hay que ajustar el respaldo hacia arriba o hacia abajo hasta que su curva interior coincida con la curvatura de la espalda. También, es beneficioso ajustar la profundidad del respaldo, para dejar entre 8 y 10cm de espacio libre entre el borde delantero de la silla y la parte posterior de la rodilla. La altura del asiento debe permitir apoyar los pies en el piso.
El movimiento basculante es otro buen atributo en las sillas para computadoras. Porque permite mover el respaldo de adelante hacia atrás unos pocos grados. Algunas modelos poseen una traba para fijar el respaldo en una posición intermedia.
Otra cosa importante es que la silla tenga ruedas que se banquen el piso dónde circulan. Hay rueditas diseñadas para pisos duros y otras para alfombras, por ejemplo. Además, los apoyabrazos ayudan a relajar más los brazos y antebrazos mientras se teclea.
Derechita la espalda, nena. Como torturan las madres a sus hijas, las sillas para compus exigen sentarse como aspirantes a modelo: con la espalda derecha, lo más cercano que se pueda a los 90ø. Si se posee una silla con mecanismo basculante, lo mejor es oscilar entre 90ø y 100ø. Según los traumatólogos, la posición correcta para sentarse a trabajar en la computadora abunda en ángulos de 90 grados. Hay que sentarse con la espalda en posición recta (unos 90ø). Mantener las muñecas alineadas con los antebrazos. Las piernas flexionadas a 90ø y los pies bien apoyados en el piso.
Pero al sentarse no sólo hay que pensar en los huesos, también importa dónde se fija la vista. Conviene ajustar la altura del asiento para que la mirada apunte en línea recta a la parte superior de la pantalla. En síntesis, siempre bien derechitos.
Mónica García, Clarin
Quienes están sentados largas horas frente a la computadora bien se merecen un trono que los haga sentir los reyes y reinas del teclado. Por la salud del usuario y por la estética de la casa, la silla soñada debe cumplir dos requisitos: ser cómoda y tener buen diseño.
Por suerte, los diseñadores le tomaron cariño a las sillas de computación y apuntaron su creatividad a este producto. La oferta actual comprende modelos de estilos diferentes, desde modernas sillas metálicas, ideales para un loft, hasta sillones tipo ejecutivo, perfectos para escritorios señoriales.
Los precios son variados. Pueden ir desde ciento y pico a más de ochocientos pesos. Sí, cuando estas sillitas salen de lo común, el precio se dispara. Entre las más caritas están, por ejemplo, los modelos Teo ($832), de Dash, y Swing Vip ($630), de Tisera.
Cuidar el estilo. Hasta hace unos años, al incorporar un silla de computadora en el hogar se corría el riesgo de agredir la estética de la casa. Por suerte, ya no pasa eso. Por ejemplo, la silla Elam Cromo ($464), de Tisera, está en construida en poliuretano inyectado y posee una forma moderna y ergonómica: base cromada, apoyabrazos, altura regulable y cómodo sistema oscilante.
La silla Spider ($725), de Dash, en cambio, ofrece una agresiva estructura de madera (parece una araña a punto de atacar) a la que hay que animarse. Tiene regulador de altura y viene en colores gris, blanco, negro y guatambú. Pero, si se prefiere combinar la madera y el metal en un silla entre clásica y moderna, la mejor opción es la silla Foa ($830), con sistema de oscilación y regulador de altura.
Criterio ergonómico. Saber si se necesita una silla ergonómica o es posible conformarse con cualquier poltrona, no es díficil. Hay un prueba irrefutable: primero sentarse ocho horas en la silla del comedor, luego padecer la misma estadía en una silla ergonómica. Después de esta doble maratón, nadie duda en la necesidad de usar sillas y sillones especiales para la compu.
Las sillas ergonómicas permiten regular la altura del asiento y la posición del respaldo. Hay que ajustar el respaldo hacia arriba o hacia abajo hasta que su curva interior coincida con la curvatura de la espalda. También, es beneficioso ajustar la profundidad del respaldo, para dejar entre 8 y 10cm de espacio libre entre el borde delantero de la silla y la parte posterior de la rodilla. La altura del asiento debe permitir apoyar los pies en el piso.
El movimiento basculante es otro buen atributo en las sillas para computadoras. Porque permite mover el respaldo de adelante hacia atrás unos pocos grados. Algunas modelos poseen una traba para fijar el respaldo en una posición intermedia.
Otra cosa importante es que la silla tenga ruedas que se banquen el piso dónde circulan. Hay rueditas diseñadas para pisos duros y otras para alfombras, por ejemplo. Además, los apoyabrazos ayudan a relajar más los brazos y antebrazos mientras se teclea.
Derechita la espalda, nena. Como torturan las madres a sus hijas, las sillas para compus exigen sentarse como aspirantes a modelo: con la espalda derecha, lo más cercano que se pueda a los 90ø. Si se posee una silla con mecanismo basculante, lo mejor es oscilar entre 90ø y 100ø. Según los traumatólogos, la posición correcta para sentarse a trabajar en la computadora abunda en ángulos de 90 grados. Hay que sentarse con la espalda en posición recta (unos 90ø). Mantener las muñecas alineadas con los antebrazos. Las piernas flexionadas a 90ø y los pies bien apoyados en el piso.
Pero al sentarse no sólo hay que pensar en los huesos, también importa dónde se fija la vista. Conviene ajustar la altura del asiento para que la mirada apunte en línea recta a la parte superior de la pantalla. En síntesis, siempre bien derechitos.
Mónica García, Clarin
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Si quelqu'un peut m'aider !!!!!