GM ahorró 12 mil millones con la tercerización. A otros, les salió mal
"El boom de la tercerización global está llegando a su fin", dicen algunos. Para otros, el offshoring tiene cuerda para rato. Durante la década del '90, de la mano de los avances de las comunicaciones y una imperiosa necesidad por reducir costos, muchas corporaciones tercerizaron buena parte de sus procesos en países en vías de desarrollo.
La India, Brasil, Europa Oriental, Filipinas y la Argentina (entre otros) se poblaron de proveedores de servicios para empresas globales como HP, IBM, Intel, AMD, Cisco, Oracle y Microsoft. Si bien los call centers fueron la estrella del momento, también entraron en la ola de la tercerización muchos procesos de IT, recursos humanos y finanzas. Así nació el frenesí del offshoring.
Sin embargo, advierte el artículo How to Be an Outsourcing Virtuoso de strategy+business, una serie de factores surgidos en los últimos años han llevado a algunos especialistas a anunciar la muerte del boom de la tercerización global.
En primer lugar, algunas empresas han sufrido malas experiencias. Dell, Lehman Brothers, J.P. Morgan Chase, J. Sainsbury y Sears son algunos casos donde la tercerización no funcionó como se esperaba.
Por otro lado, argumentan los pesimistas, la opinión pública de los países desarrollados comienza a ver con malos ojos la destrucción de puestos de trabajo europeos y norteamericanos que migran hacia destinos de mano de obra barata.
Y, como si fuera poco, la volatilidad política e inseguridad globales después del 11/S también añadieron algunas razones para apostar por el declive del offshoring de servicios.
Sin embargo, advierte el artículo de strategy+business, los pronósticos pesimistas están lejos de cumplirse. La industria global del outsourcing (con su galaxia de proveedores de servicios de IT, customer care, finanzas y management de recursos humanos) sigue siendo una excelente opción para reducir costos. ¿Qué dicen las cifras?
En 2004, la International Data Corporation (IDC) estimó el mercado del outsourcing en más de 382 mil millones de dólares anuales, un 10,8 por ciento más que en 2003. Para el 2009, las estimaciones hablan de unos 641 mil millones, con una tasa de crecimiento del 11 por ciento anual.
Sin embargo, el cielo no es tan azul como algunos lo pintan. Por un lado, los clientes que han tenido malas experiencias siguen desconfiando. Por el otro, a diferencia de lo que se creía durante el boom de los '90, los especialistas están llegando a un consenso de que el outsourcing tampoco es una panacea que garantiza una mayor eficiencia para cualquier empresa. El offshoring puede ser una fantástica manera de crear valor para ALGUNAS compañías y SOLO si se lo implementa bien.
General Motors, por ejemplo, ahorró unos 12 mil millones de dólares gracias a la tercerización de sus complejísimos procesos de IT. Sin embargo, lo que es bueno para GM no necesariamente es bueno para el resto de las empresas. Contra el éxito de GM, pueden citarse las malas experiencias de Lehman Brothers y Morgan Chase.
En definitiva, ningún individuo o compañía tiene todas las respuestas. Y mucho menos en un mercado tan volátil donde cada día surgen formas de tercerizar procesos que en otros tiempos se consideraban indelegables. Por ahora, lo único seguro es que, a pesar de las perspectivas pesimistas de algunos críticos, al outsourcing le queda pila para rato.
La India, Brasil, Europa Oriental, Filipinas y la Argentina (entre otros) se poblaron de proveedores de servicios para empresas globales como HP, IBM, Intel, AMD, Cisco, Oracle y Microsoft. Si bien los call centers fueron la estrella del momento, también entraron en la ola de la tercerización muchos procesos de IT, recursos humanos y finanzas. Así nació el frenesí del offshoring.
Sin embargo, advierte el artículo How to Be an Outsourcing Virtuoso de strategy+business, una serie de factores surgidos en los últimos años han llevado a algunos especialistas a anunciar la muerte del boom de la tercerización global.
En primer lugar, algunas empresas han sufrido malas experiencias. Dell, Lehman Brothers, J.P. Morgan Chase, J. Sainsbury y Sears son algunos casos donde la tercerización no funcionó como se esperaba.
Por otro lado, argumentan los pesimistas, la opinión pública de los países desarrollados comienza a ver con malos ojos la destrucción de puestos de trabajo europeos y norteamericanos que migran hacia destinos de mano de obra barata.
Y, como si fuera poco, la volatilidad política e inseguridad globales después del 11/S también añadieron algunas razones para apostar por el declive del offshoring de servicios.
Sin embargo, advierte el artículo de strategy+business, los pronósticos pesimistas están lejos de cumplirse. La industria global del outsourcing (con su galaxia de proveedores de servicios de IT, customer care, finanzas y management de recursos humanos) sigue siendo una excelente opción para reducir costos. ¿Qué dicen las cifras?
En 2004, la International Data Corporation (IDC) estimó el mercado del outsourcing en más de 382 mil millones de dólares anuales, un 10,8 por ciento más que en 2003. Para el 2009, las estimaciones hablan de unos 641 mil millones, con una tasa de crecimiento del 11 por ciento anual.
Sin embargo, el cielo no es tan azul como algunos lo pintan. Por un lado, los clientes que han tenido malas experiencias siguen desconfiando. Por el otro, a diferencia de lo que se creía durante el boom de los '90, los especialistas están llegando a un consenso de que el outsourcing tampoco es una panacea que garantiza una mayor eficiencia para cualquier empresa. El offshoring puede ser una fantástica manera de crear valor para ALGUNAS compañías y SOLO si se lo implementa bien.
General Motors, por ejemplo, ahorró unos 12 mil millones de dólares gracias a la tercerización de sus complejísimos procesos de IT. Sin embargo, lo que es bueno para GM no necesariamente es bueno para el resto de las empresas. Contra el éxito de GM, pueden citarse las malas experiencias de Lehman Brothers y Morgan Chase.
En definitiva, ningún individuo o compañía tiene todas las respuestas. Y mucho menos en un mercado tan volátil donde cada día surgen formas de tercerizar procesos que en otros tiempos se consideraban indelegables. Por ahora, lo único seguro es que, a pesar de las perspectivas pesimistas de algunos críticos, al outsourcing le queda pila para rato.
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