"La tendencia electoral en EE.UU. es favorable a los demócratas"
El director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la universidad de Georgetown, Arturo Valenzuela, no concuerda con la tesis de que EE.UU. se haya desplazado políticamente hacia la derecha en los últimos años, proceso en el cual también habría participado el Partido Demócrata, planteada en el reciente libro "Una Nación Conservadora", escrito por autores de la revista inglesa "The Economist".
El ex asesor de Bill Clinton, quien está de visita en Chile para participar en el Octavo Congreso de Ciencia Política, destaca que en los últimos años el voto demócrata no ha sido inferior al republicano, a pesar de su hegemonía en el Congreso desde 1994 hasta unos días atrás y en la Presidencia desde el año 2000. De hecho, predice que en el mediano plazo "las tendencias son favorables a los demócratas".
"Yo diría que las grandes poblaciones en EE.UU. no están en los estados del Partido Republicano, están en los grandes estados de la costa. Si haces un mapa electoral, en relación al nivel de población, el Partido Demócrata es mucho más grande", dice.
"Los hispanos son la minoría más grande y de mayor crecimiento. En California un 50% de los chicos que van a las escuelas son hispanos, y ese voto puede ser significativo para los demócratas. El otro apoyo es el de los jóvenes, que votaron un 60% a favor de demócratas en esta vuelta. El problema es que por lo general no votan, pero son mucho más pro-demócratas".
- ¿Cuán importante podrá ser el voto hispano en las presidenciales de 2008? ¿Tendrá una inclinación clara?
"El voto hispano ha sido mayoritariamente demócrata, aunque durante la Presidencia de Bush subió el apoyo a los republicanos".
"Con la última elección, los demócratas percibieron un 75% del voto hispano, porque el progreso de los republicanos se revirtió por la instrumentalización del tema de la inmigración. La paradoja de la elección es que el Partido Republicano perdió, pero se fortaleció su sector duro, entonces va a ser más difícil para ese partido llegar a un consenso sobre la inmigración".
"Ahora, se debe recordar que solamente entre el 7% y 8% de los hispanos vota, aunque últimamente se han inscrito en grandes cantidades".
"La excepción en este tema es que los cubano-estadounidenses prefieren a los republicanos, en Florida y hasta cierto punto en Nueva Jersey, aunque este apoyo se ha ido perdiendo con la migración más reciente, que no mira la política de EE.UU. con el prisma de Fidel Castro, sino que por temas como educación y salud".
-¿Pero los republicanos no ganarían votos hispanos con el senador Mel Martínez, el nuevo líder cubano-estadounidense de la colectividad?
"Sí, con un líder importante podrían lograr revertir algo la tendencia, pero ahora son los demócratas quienes tienen a dos senadores hispanos: (Robert) Menéndez, de Nueva Jersey, y (Ken) Salazar, de Colorado".
-Paul Johnson (historiador inglés) dice que es probable que los demócratas se desgasten en el Congreso de aquí al 2008. ¿No se arriesga la oposición a ser blanco de críticas de la ciudadanía y perder apoyo?
"Podría ocurrir si el Presidente fuera popular. Él podría echarle la culpa al Congreso y con eso beneficiar al futuro candidato republicano, pero el problema es que el Presidente Bush tiene un apoyo muy bajo, incluso llegó a un 31% en algunas encuestas después de la elección".
"En más de 50 años, no hay ningún Presidente de EE.UU. entre los reelegidos, con un apoyo tan bajo, con excepción de (Richard) Nixon a semanas de renunciar a la Presidencia".
-¿Podría entonces el aspirante actuar como el gobernador (republicano, Arnold) Schwarzenegger, quien se desmarcó de Bush para ganar?
"Totalmente, si no, no habría sido reelegido. Schwarzenegger dijo 'reconozco que las políticas que yo estaba siguiendo no eran las que interpretaban a la mayoría del estado' (de California), y casi se hizo demócrata. Pasó de ser un crítico de la inmigración ilegal a tener posiciones muy cercanas al ala de izquierda del Partido Demócrata".
"Yo creo que los demócratas van a pedir que se le preste más atención a A. Latina y que se vuelva al diálogo multilateral".
"A. Latina se queda atrás"
Mientras Europa avanza en integración, las economías asiáticas crecen raudamente y los países del Medio Oriente ven aumentar su importancia relativa por sus reservas energéticas, América Latina parece tomar palco ante las grandes tendencias mundiales que reequilibran los poderes regionales.
Según el director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la universidad Georgetown, Arturo Valenzuela, hay tres problemas estructurales que hacen que "América Latina se esté quedando atrás": la mala calidad de las instituciones, la falta de competitividad en ciencia, educación, innovación e infraestructura, y el estancamiento en la integración supranacional.
Sobre el proceso de integración, lo que podría permitir que América Latina compita con economías emergentes como China e India, Valenzuela dice que "hay grandes programas en el papel, pero no llevan a nada y crean burocracias innecesarias".
"El Mercosur es un ejemplo de que no se están tomando las decisiones necesarias. Brasil quiere liderar el Mercosur, sin embargo, no está dispuesto a hacer las concesiones económicas que necesita para sus propios vecinos. Existe un modelo de integración desvirtuado", agrega.
"A mi juicio, América Latina debe olvidarse de los grandes esquemas políticos de integración y enfocarse en un tema tan fundamental como es el energético, y crear a partir de eso, así como en Europa se partió la integración con el comercio del carbón y el acero", concluye.
IGNACIO ARANA ARAYA
El ex asesor de Bill Clinton, quien está de visita en Chile para participar en el Octavo Congreso de Ciencia Política, destaca que en los últimos años el voto demócrata no ha sido inferior al republicano, a pesar de su hegemonía en el Congreso desde 1994 hasta unos días atrás y en la Presidencia desde el año 2000. De hecho, predice que en el mediano plazo "las tendencias son favorables a los demócratas".
"Yo diría que las grandes poblaciones en EE.UU. no están en los estados del Partido Republicano, están en los grandes estados de la costa. Si haces un mapa electoral, en relación al nivel de población, el Partido Demócrata es mucho más grande", dice.
"Los hispanos son la minoría más grande y de mayor crecimiento. En California un 50% de los chicos que van a las escuelas son hispanos, y ese voto puede ser significativo para los demócratas. El otro apoyo es el de los jóvenes, que votaron un 60% a favor de demócratas en esta vuelta. El problema es que por lo general no votan, pero son mucho más pro-demócratas".
- ¿Cuán importante podrá ser el voto hispano en las presidenciales de 2008? ¿Tendrá una inclinación clara?
"El voto hispano ha sido mayoritariamente demócrata, aunque durante la Presidencia de Bush subió el apoyo a los republicanos".
"Con la última elección, los demócratas percibieron un 75% del voto hispano, porque el progreso de los republicanos se revirtió por la instrumentalización del tema de la inmigración. La paradoja de la elección es que el Partido Republicano perdió, pero se fortaleció su sector duro, entonces va a ser más difícil para ese partido llegar a un consenso sobre la inmigración".
"Ahora, se debe recordar que solamente entre el 7% y 8% de los hispanos vota, aunque últimamente se han inscrito en grandes cantidades".
"La excepción en este tema es que los cubano-estadounidenses prefieren a los republicanos, en Florida y hasta cierto punto en Nueva Jersey, aunque este apoyo se ha ido perdiendo con la migración más reciente, que no mira la política de EE.UU. con el prisma de Fidel Castro, sino que por temas como educación y salud".
-¿Pero los republicanos no ganarían votos hispanos con el senador Mel Martínez, el nuevo líder cubano-estadounidense de la colectividad?
"Sí, con un líder importante podrían lograr revertir algo la tendencia, pero ahora son los demócratas quienes tienen a dos senadores hispanos: (Robert) Menéndez, de Nueva Jersey, y (Ken) Salazar, de Colorado".
-Paul Johnson (historiador inglés) dice que es probable que los demócratas se desgasten en el Congreso de aquí al 2008. ¿No se arriesga la oposición a ser blanco de críticas de la ciudadanía y perder apoyo?
"Podría ocurrir si el Presidente fuera popular. Él podría echarle la culpa al Congreso y con eso beneficiar al futuro candidato republicano, pero el problema es que el Presidente Bush tiene un apoyo muy bajo, incluso llegó a un 31% en algunas encuestas después de la elección".
"En más de 50 años, no hay ningún Presidente de EE.UU. entre los reelegidos, con un apoyo tan bajo, con excepción de (Richard) Nixon a semanas de renunciar a la Presidencia".
-¿Podría entonces el aspirante actuar como el gobernador (republicano, Arnold) Schwarzenegger, quien se desmarcó de Bush para ganar?
"Totalmente, si no, no habría sido reelegido. Schwarzenegger dijo 'reconozco que las políticas que yo estaba siguiendo no eran las que interpretaban a la mayoría del estado' (de California), y casi se hizo demócrata. Pasó de ser un crítico de la inmigración ilegal a tener posiciones muy cercanas al ala de izquierda del Partido Demócrata".
"Yo creo que los demócratas van a pedir que se le preste más atención a A. Latina y que se vuelva al diálogo multilateral".
"A. Latina se queda atrás"
Mientras Europa avanza en integración, las economías asiáticas crecen raudamente y los países del Medio Oriente ven aumentar su importancia relativa por sus reservas energéticas, América Latina parece tomar palco ante las grandes tendencias mundiales que reequilibran los poderes regionales.
Según el director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la universidad Georgetown, Arturo Valenzuela, hay tres problemas estructurales que hacen que "América Latina se esté quedando atrás": la mala calidad de las instituciones, la falta de competitividad en ciencia, educación, innovación e infraestructura, y el estancamiento en la integración supranacional.
Sobre el proceso de integración, lo que podría permitir que América Latina compita con economías emergentes como China e India, Valenzuela dice que "hay grandes programas en el papel, pero no llevan a nada y crean burocracias innecesarias".
"El Mercosur es un ejemplo de que no se están tomando las decisiones necesarias. Brasil quiere liderar el Mercosur, sin embargo, no está dispuesto a hacer las concesiones económicas que necesita para sus propios vecinos. Existe un modelo de integración desvirtuado", agrega.
"A mi juicio, América Latina debe olvidarse de los grandes esquemas políticos de integración y enfocarse en un tema tan fundamental como es el energético, y crear a partir de eso, así como en Europa se partió la integración con el comercio del carbón y el acero", concluye.
IGNACIO ARANA ARAYA
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