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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

La India tradicional y su lucha contra besos y escotes

Mientras moderniza a un ritmo acelerado –y esto normalmente implica "occidentalización"-, se están sintiendo estallidos de indignación moral frente a una vestimenta escueta, a los besos y a las "excesivas" libertades sociales.

Los extranjeros suelen ser el blanco de esta ira. Aproximadamente 2 mil turistas occidentales que disfrutaban de una fiesta en una quinta en las afueras de Jaipur, en el estado desértico de Rajasthan, en la India, recientemente tuvieron que buscar refugio cuando la policía local irrumpió en el lugar y los acusó de comportamiento "inmoral" y de ir "en contra de la cultura india".

Alertadas por los lugareños que se quejaban de que alguien había organizado una orgía de sexo, alcohol y drogas, las fuerzas del orden jugaron el papel de "policía moral" aunque no resulta claro si, en realidad, estaba pasando algo ilegal. Si bien el anfitrión era indio como muchos de los invitados, los titulares se concentraron en los extranjeros presentes. La insinuación era que su conducta "licenciosa" había generado el castigo policial.

Fue otro choque de culturas más entre la gente del lugar y los visitantes de Rajasthan, un destino favorito de los turistas por sus palacios y fuertes, que han sido transformados en hoteles de lujo por los marajás. El turismo en la India experimenta un boom en este momento, con un incremento del 45 por ciento de visitantes extranjeros en los últimos tres años. Pero de la mano vienen enfrentamientos más frecuentes entre la cultura local y occidental.

En Mandawa, los turistas en un safari al desierto recibieron una advertencia de la policía supuestamente por armar alboroto en un campamento en las dunas mientras que hace un año, en Pushkar, los lugareños se indignaron con una mujer finlandesa que nadaba desnuda en un lago sagrado y con una pareja israelí que se besó después de someterse a ritos matrimoniales hindúes.

El incidente de Pushkar llevó a las autoridades locales a emitir una lista de cosas que los extranjeros pueden y no pueden hacer:

- No besarse o abrazarse en público. .
- Los hombres nunca deben tocar a las mujeres en público, a menos que la dama sea mayor o esté discapacitada.
- Por lo general, no es apropiado que las mujeres hablen con extraños en la calle.
- Beber alcohol o fumar en público es considerado una señal de laxitud moral.

La lista fue una perfecta ilustración del flujo cultural en el que se encuentra inmersa la India, que podría haberse aplicado a indios y extranjeros por igual. Los jóvenes indios en las zonas urbanas son "culpables" de todo lo que no hay que hacer. Estar de novio y el sexo prematrimonial, por ejemplo, son costumbres que están en aumento. Pero algunas zonas rurales de la India siguen siendo profundamente tradicionales. Allí, todo lo que una mujer tiene que hacer para que la cataloguen como la mayor de las rameras del pueblo es usar una blusa sari sin mangas.

Si sus labios llegan a tocar el alcohol, es una prostituta hecha y derecha. Las mujeres caminan unos pasos detrás de sus maridos. Algunas todavía se cubren el rostro con un velo. Los sexos están estrictamente segregados.

En Meerut a principios de este año, los indios se horrorizaron cuando oficiales de policía entraron a un parque y abofetearon a las parejas que se estaban haciendo arrumacos o que simplemente estaban tomadas de la mano. Y un hotel de 5 estrellas en Madras se vio obligado a cerrar temporalmente el año pasado después de que se publicaron unas fotografías en la prensa de parejas besándose en una fiesta privada.

"No es sólo un choque entre Oriente y Occidente, también es un choque interno, dentro de la India. Los estilos de vida en las zonas urbanas de la India son casi idénticos a los de Occidente, pero la India rural vive en otro siglo", dice el columnista Parsa Venkateshwar Rao.

Esta brecha entre los siglos se está ampliando a medida que la clase media se occidentaliza y las masas siguen siendo profundamente tradicionales. Dos besos recientes dejaron esa brecha al descubierto.

Un abogado de Madhya Pradesh presentó una causa penal contra dos de los mayores rompecorazones de la India -la ex Miss Mundo Aishwarya Rai y Hrithik Roshan -en el último éxito, "Dhoom 2", en el que se besan más tiempo de lo que habitualmente se muestra en las películas indias. El abogado acusó a las dos estrellas de bajar la dignidad de las mujeres indias y de alentar la obscenidad entre los jóvenes de la India.

El otro beso polémico involucró a Vasundhara Raje, una importante política y ministra de Rajasthan. Raje saludó a una empresaria amiga en una reunión el Foro Económico Mundial en Nueva Delhi recientemente con un beso en la mejilla. Para Raje y los miembros de las clases medias altas, los besos en la mejilla son una rutina. Pero no es una rutina para muchos tradicionalistas que manifestaron su furia, exacerbada por el hecho de que el ángulo de la fotografía publicada en los diarios lo hacía parecer como si las dos mujeres se estuvieran besando en la boca. Los conservadores de Rajasthan dijeron que el beso era "obsceno" y "vulgar" y exigieron su renuncia.

"Es una mancha vergonzosa para las mujeres indias. Nunca antes vimos a una ministra en una pose tan deshonrosa", dice la política Mamta Sharma.

Mientras la brecha entre la India urbana y rural se amplía, los conservadores sienten que están en una pendiente hacia la occidentalización total. Para ellos, la cultura india está sitiada. "La gente siente que el ritmo del cambio es demasiado veloz, se están transgrediendo todos los antiguos límites y los padres ya no ejercen ninguna autoridad sobre sus hijos", dice el médico de Nueva Delhi Samir Parikh.

Por Amrit Dhillon, The Observer.

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