Desde Australia llega un concepto nuevo de granizados
Arturo Figueroa y Francisco Hill invirtieron US$500 mil para traer la franquicia a Chile y abrir los tres primeros locales. Boost es la primera cadena internacional que llega a Chile con este tipo de bebidas naturales a base de frutas. Este nicho en desarrollo, hasta el momento, sólo había sido aprovechado por jóvenes emprendedores.
Francisco Hill (38) y Arturo Figueroa (40) dejaron atrás las antiguas rencillas que solían tener cuando se enfrentaban el Grange y el Craighouse en partidos de rugby. Ahora son socios en la primera franquicia master de la cadena Boost (jugos y smoothies) en el continente.
La familia Hill se dedica al negocio de la industria química desde hace tres décadas. En 2005 se asoció con una empresa australiana y durante una reunión de negocios, Francisco -administrador de empresas de profesión- escuchó sobre el éxito de Boost en el país de los canguros. "Alguien comentó que tenía 170 locales. Yo anoté el nombre, siguió la reunión y después me metí a ver la página web y mandé un mail", cuenta Francisco, mostrando el block de apuntes que guarda como souvenir.
Importar la marca
Para sorpresa de Francisco le contestaron en dos días. Resultó que a Boost le interesaba salir de Australia y expandir la cadena. "Y de repente me encontré con este negocio del que no sabía nada", comenta Francisco.
Por eso llamó a Arturo (conocido de la familia), que ya tenía 15 años de experiencia con la franquicia de Yum (Pizza Hut, KFC, etc.) para que le ayudara con el papeleo. "De buenas a primeras no me interesó mucho. Pero cuando don Peter (refiriéndose a Peter Hill, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Santiago) dijo ¡vamos a Australia! Fuimos y nos terminamos por convencer", confidencia Arturo.
La marca es famosa en Oceanía. En un estudio de mercado hecho por la propia cadena, Boost aparece posicionada en tercer lugar, luego de Apple (Ipod) y Nike. Y según BRW, importante revista de negocios australiana, es la franquicia de mayor crecimiento durante los últimos seis años.
Todas las conversaciones entre Janine Allis (fundadora, CEO y la empresaria jóven más exitosa de Australia con un patrimonio de US$ 36 millones ) y sus socios chilenos caminaron rápido. En septiembre de 2005 se pusieron en contacto y en octubre estaban firmando el acuerdo comercial.
En diciembre, Janine viajó a Chile a conocer el mercado y firmaron la primera franquicia master (lo que les permite subfranquiciar) de Boost en el continente.
"La estrategia fue posicionarnos en los malls a pesar de que el metro cuadrado es más caro que en la calle, pero decidimos hacer un un esfuerzo.Y nos fuimos a hablar con Cencosud", dice Arturo.
En abril de 2006 inauguraron el primer local en el Portal La Dehesa; a fines del mismo mes se instalaron en Parque Arauco; en junio, en Alto las Condes, y acaban de abrir a principios de diciembre en el mall Marina Arauco de Viña del Mar. Con un proyecto de 12 sucursales en cinco años. Además, durante la temporada de verano estarán en el sector cuatro de Reñaca y en Maitencillo.
Francisco y Arturo tienen muchas ideas para cuando ya estén consolidados en el mercado, y con la marca bien trabajada.
Uno de sus mayores desafíos será instalarse en calles como Providencia o Isidora Goyenechea. Pero la prueba de fuego será cuando salgan del sector oriente, al inaugurar una sucursal en el mall Florida Center a fines de febrero.
Ya tienen puestos los ojos en el futuro Costanera Center. Además de querer irse a regiones con subfranquicias, a ciudades como Antofagasta, Concepción, Puerto Montt y Temuco.
A nivel internacional están analizando la posibilidad de expandirse a los mercados de Perú y Argentina.
En tres años pretenden recuperar los US$ 500 mil que invirtieron en la compra de la franquicia y los tres primeros locales. Teniendo en cuenta que cada nueva instalación les cuesta 25 millones de pesos.
"Tenemos un sistema que mide si el cliente vuelve a comprar en Boost", Arturo cuenta que entregan a cada cliente una manzana (de papel) donde marcan las primeras diez compras y la undécima es gratis. Anotan la fecha cuando entregan la manzana a un cliente y cuándo la reciben de vuelta. "La manzana se demora en ir y volver 25 días, lo que significa que la gente está comprando en Boost cada dos y medio días", especifica Arturo.
Granizados y más
Con tres locales abiertos tenían una transacción de 7 mil boletas cortadas al mes, pero en noviembre y diciembre se duplicaron. Para contrarrestar la estacionalidad del producto, en invierno venden té y café mezclado con frutas.
El clásico son los smoothies, granizados de frutas con yogur helado (TD4, fórmula libre de grasa) , y el popular "festival de berries". También están los "mega booster", una combinación de vitaminas y quemador de grasas, que se le puede agregar a cada batido. Los más novedosos son los shots de brotes de trigo hidropónico que equivalen a un kilo de verduras.
Los pioneros del negocio
Benjamín Pérez, Javier Mehech y Jaime Zaror, todos de 23 años, se instalaron a fines de 2004 con su empresa de granizados Ice&Flavor. Ahora tienen 5 carros funcionando de manera estable en el Mall Sport, Sector 4, y Long Beach en Reñaca. También asisten a numerosos eventos como kermesses, cumpleaños y graduaciones, los que se han triplicado en estos dos años de funcionamiento. Además, cuentan con dos franquicias adicionales instaladas en Pucón y en el mall de Reñaca. Sus socios cuentan que sólo durante el verano venden 30 mil granizados, alrededor de 20 millones de pesos.
Rival en las playas
Rodrigo Bauzá (26) creó solo y con poco capital su empresa. "Frozen Juz" es producto del ahorro y auspicio. En verano de 2006 recién se instaló en el sector dos de Reñaca, donde compite codo a codo con "Ice&Flavor", y en playa Amarilla en Concón. Hoy también está en playa Acapulco de Viña del Mar.
Su fuerte es la publicidad a empresas, las que lo contratan para regalar granizados a nombre de ellos. A futuro pretende hacer una alianza con otro producto, como café, para evitar la estacionalidad de este trabajo.
Del café a los granizados
Ignacio Muñoz (28) creó su empresa Cafexpress en 2003, y para cubrir su oferta durante la época estival creó Frozenexpress. No trabaja con ventas en locales, sino que hace sólo eventos para particulares y empresas. Tiene entre sus clientes a Falabella, Banco Santander y BCI. Dependiendo de la cantidad de personas, por evento gana 150 mil pesos como mínimo y en promedio realiza diez al mes. Además, acaba de lanzar una nueva línea de productos, los "Berrygood", berries deshidratados cubiertos con chocolate.
Paula Díaz Aravena
Francisco Hill (38) y Arturo Figueroa (40) dejaron atrás las antiguas rencillas que solían tener cuando se enfrentaban el Grange y el Craighouse en partidos de rugby. Ahora son socios en la primera franquicia master de la cadena Boost (jugos y smoothies) en el continente.
La familia Hill se dedica al negocio de la industria química desde hace tres décadas. En 2005 se asoció con una empresa australiana y durante una reunión de negocios, Francisco -administrador de empresas de profesión- escuchó sobre el éxito de Boost en el país de los canguros. "Alguien comentó que tenía 170 locales. Yo anoté el nombre, siguió la reunión y después me metí a ver la página web y mandé un mail", cuenta Francisco, mostrando el block de apuntes que guarda como souvenir.
Importar la marca
Para sorpresa de Francisco le contestaron en dos días. Resultó que a Boost le interesaba salir de Australia y expandir la cadena. "Y de repente me encontré con este negocio del que no sabía nada", comenta Francisco.
Por eso llamó a Arturo (conocido de la familia), que ya tenía 15 años de experiencia con la franquicia de Yum (Pizza Hut, KFC, etc.) para que le ayudara con el papeleo. "De buenas a primeras no me interesó mucho. Pero cuando don Peter (refiriéndose a Peter Hill, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Santiago) dijo ¡vamos a Australia! Fuimos y nos terminamos por convencer", confidencia Arturo.
La marca es famosa en Oceanía. En un estudio de mercado hecho por la propia cadena, Boost aparece posicionada en tercer lugar, luego de Apple (Ipod) y Nike. Y según BRW, importante revista de negocios australiana, es la franquicia de mayor crecimiento durante los últimos seis años.
Todas las conversaciones entre Janine Allis (fundadora, CEO y la empresaria jóven más exitosa de Australia con un patrimonio de US$ 36 millones ) y sus socios chilenos caminaron rápido. En septiembre de 2005 se pusieron en contacto y en octubre estaban firmando el acuerdo comercial.
En diciembre, Janine viajó a Chile a conocer el mercado y firmaron la primera franquicia master (lo que les permite subfranquiciar) de Boost en el continente.
"La estrategia fue posicionarnos en los malls a pesar de que el metro cuadrado es más caro que en la calle, pero decidimos hacer un un esfuerzo.Y nos fuimos a hablar con Cencosud", dice Arturo.
En abril de 2006 inauguraron el primer local en el Portal La Dehesa; a fines del mismo mes se instalaron en Parque Arauco; en junio, en Alto las Condes, y acaban de abrir a principios de diciembre en el mall Marina Arauco de Viña del Mar. Con un proyecto de 12 sucursales en cinco años. Además, durante la temporada de verano estarán en el sector cuatro de Reñaca y en Maitencillo.
Francisco y Arturo tienen muchas ideas para cuando ya estén consolidados en el mercado, y con la marca bien trabajada.
Uno de sus mayores desafíos será instalarse en calles como Providencia o Isidora Goyenechea. Pero la prueba de fuego será cuando salgan del sector oriente, al inaugurar una sucursal en el mall Florida Center a fines de febrero.
Ya tienen puestos los ojos en el futuro Costanera Center. Además de querer irse a regiones con subfranquicias, a ciudades como Antofagasta, Concepción, Puerto Montt y Temuco.
A nivel internacional están analizando la posibilidad de expandirse a los mercados de Perú y Argentina.
En tres años pretenden recuperar los US$ 500 mil que invirtieron en la compra de la franquicia y los tres primeros locales. Teniendo en cuenta que cada nueva instalación les cuesta 25 millones de pesos.
"Tenemos un sistema que mide si el cliente vuelve a comprar en Boost", Arturo cuenta que entregan a cada cliente una manzana (de papel) donde marcan las primeras diez compras y la undécima es gratis. Anotan la fecha cuando entregan la manzana a un cliente y cuándo la reciben de vuelta. "La manzana se demora en ir y volver 25 días, lo que significa que la gente está comprando en Boost cada dos y medio días", especifica Arturo.
Granizados y más
Con tres locales abiertos tenían una transacción de 7 mil boletas cortadas al mes, pero en noviembre y diciembre se duplicaron. Para contrarrestar la estacionalidad del producto, en invierno venden té y café mezclado con frutas.
El clásico son los smoothies, granizados de frutas con yogur helado (TD4, fórmula libre de grasa) , y el popular "festival de berries". También están los "mega booster", una combinación de vitaminas y quemador de grasas, que se le puede agregar a cada batido. Los más novedosos son los shots de brotes de trigo hidropónico que equivalen a un kilo de verduras.
Los pioneros del negocio
Benjamín Pérez, Javier Mehech y Jaime Zaror, todos de 23 años, se instalaron a fines de 2004 con su empresa de granizados Ice&Flavor. Ahora tienen 5 carros funcionando de manera estable en el Mall Sport, Sector 4, y Long Beach en Reñaca. También asisten a numerosos eventos como kermesses, cumpleaños y graduaciones, los que se han triplicado en estos dos años de funcionamiento. Además, cuentan con dos franquicias adicionales instaladas en Pucón y en el mall de Reñaca. Sus socios cuentan que sólo durante el verano venden 30 mil granizados, alrededor de 20 millones de pesos.
Rival en las playas
Rodrigo Bauzá (26) creó solo y con poco capital su empresa. "Frozen Juz" es producto del ahorro y auspicio. En verano de 2006 recién se instaló en el sector dos de Reñaca, donde compite codo a codo con "Ice&Flavor", y en playa Amarilla en Concón. Hoy también está en playa Acapulco de Viña del Mar.
Su fuerte es la publicidad a empresas, las que lo contratan para regalar granizados a nombre de ellos. A futuro pretende hacer una alianza con otro producto, como café, para evitar la estacionalidad de este trabajo.
Del café a los granizados
Ignacio Muñoz (28) creó su empresa Cafexpress en 2003, y para cubrir su oferta durante la época estival creó Frozenexpress. No trabaja con ventas en locales, sino que hace sólo eventos para particulares y empresas. Tiene entre sus clientes a Falabella, Banco Santander y BCI. Dependiendo de la cantidad de personas, por evento gana 150 mil pesos como mínimo y en promedio realiza diez al mes. Además, acaba de lanzar una nueva línea de productos, los "Berrygood", berries deshidratados cubiertos con chocolate.
Paula Díaz Aravena
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