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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

La otra gerenta general de Bill Gates

Antes de llegar a la Fundación Bill y Melinda Gates, Patty Stonesifer ocupaba un alto cargo senior en Microsoft. Patty Stonesifer maneja la institución en medio de fuertes acusaciones de medios de comunicación sobre supuesto lucro.

El haber sido catalogada de "increíblemente hipócrita" por el Huffington Post, un influyente blog, no es el calificativo con el que Patty Stonesifer esperaba recordar su décimo aniversario a cargo de los esfuerzos de Bill Gates por hacer que el mundo sea un lugar mejor.

Pero éstos son tiempos extraños para la gerenta general de la Fundación Bill y Melinda Gates, una institución de caridad acostumbrada a las alabanzas.

Dos artículos recientes de "Los Angeles Times" acusaron a la fundación -la más rica del mundo, con activos por US$ 32 mil millones- de lucrar haciendo inversiones en firmas cuyas actividades contribuyen a los problemas específicos que la fundación trata de resolver (pobreza, deuda y enfermedades).

Esto trajo una serie de comentarios mediáticos acompañados por frases como "dando con una mano y quitando con la otra".

Sin embargo, cuando uno conoce a Stonesifer con sus dichos correctos, es difícil imaginar a alguien más sincero. Por ello, fácilmente se trata, por lejos, de la cobertura de prensa más hostil que se le ha dado a la fundación durante la década en que ella ha estado en el cargo, al que llegó cuando Bill Gates se lo pidió (a los pocos días de la creación de la institución, y poco después de que ella saliera desde un cargo senior en Microsoft).

Stonesifer dice que ése es el precio ("el pequeño precio") que la fundación debe pagar por haber llegado lejos. "Nos hemos convertido en el punto de referencia para todas las preguntas interesantes que se hacen en torno a la filantropía", agrega. Y si una fundación caritativa debiera usar su portfolio de activos para reforzar el poder de su entrega, o "hacer inversiones en torno a su misión", es, según ella, "ciertamente un debate interesante".

Muchas fundaciones estadounidenses se están subiendo a este carro, ya sea sacando a las empresas sucias de sus portfolios accionarios, tratando de mejorar las compañías malas a través de un activismo accionario, o aceptando retornos financieros más bajos en la búsqueda de una línea doble o triple que toma en cuenta los resultados no financieros. Pero ese acercamiento es demasiado impreciso para el matrimonio Gates o para su filantrópico socio desde el verano pasado, Warren Buffett.

Según la Fundación Gates, Stonesifer explicó en una carta a "Los Angeles Times" que "un cambio en nuestras prácticas de inversiones tendría poco o casi nulo impacto" en los sufrimientos identificados en los artículos. La fundación no posee porcentajes que sean tan grandes como para influir en el comportamiento de la firma a través del activismo de accionistas.

Una manera mucho mejor de ayudar a la gente, concluye Stonesifer, "es haciendo contribuciones y trabajando en conjunto con otros donantes para mejorar la salud, reducir la pobreza y fortalecer la educación". Quizás es cierto, pero no sería una sorpresa que eventualmente la fundación adoptara una línea más suave, aunque sólo sea para evitar los titulares desagradables.

La fundación se ha vuelto bastante más grande y ha logrado más de lo que Stonesifer esperaba cuando tomó el cargo. Además, está a punto de pasar por otra transformación: crecerá rápido en la medida en que busque gastar el regalo que Buffett les anunció el verano pasado. Esto significará que se doblará la cantidad de dinero que la fundación dé año a año, llegando a cerca de US$ 3 mil millones.

Stonesifer también se está preparando para recibir a Bill Gates como trabajador a tiempo completo en la fundación a partir del próximo año, y para que su señora aumente su participación. Algo que Stonesifer llama un "doble impulso de liderazgo".

La fundación es actualmente la más rica del mundo, con activos por alrededor de US$ 32 mil millones.

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