En Chile fracasa la exportación de carnes exóticas: avestruces y emúes
Cerca de 450 eran los criadores que estaban dispuestos a exportar sus productos; algunos de ellos quebraron al no concretar los envíos. Fue el caso de la empresa productora de emú Emusur. Un negocio que prometía responder a la demanda de grandes mercados hace un par de años, hoy languidece por falta de algo tan básico como son los mataderos certificados.
US$ 10 millones. Esa era la meta de exportación de carnes exóticas para este año, que la subsecretaría de Agricultura anunció con bombos y platillos. Lamentablemente, ese anuncio fue todo lo que quedó del audaz proyecto, porque a la fecha no se ha podido exportar nada. Apenas una muestra al mercado japonés.
Alfonso Sánchez, gerente general de Ovatruz (IV Región), asegura que los productores de avestruces tienen los contactos suficientes en el mercado europeo -principal interesado en este tipo de carnes-, y que también cuentan con los niveles productivos que se necesitan. La única piedra de tope que tienen es que no cuentan con los mataderos autorizados para realizar la faena de las aves.
Mataderos para faena
A varios de los 450 productores -entre emú, avestruz y jabalí, a lo largo del país- les ha pasado la cuenta este problema, mientras otros están pendiendo de un hilo. "Apenas hemos exportado a Japón. En noviembre enviamos un contenedor de 15 toneladas de carne de avestruz, a US$ 15 el kilo", dice Sánchez, a la espera de que le confirmen una próxima venta.
Sólo en el caso de las empresas criadoras de emú, se han reducido a un tercio. Fue el caso de Emusur, empresa que quebró el año pasado al no tener cómo tratar las carnes y no querer bajar los precios para el mercado interno. José Antonio de la Vega, gestor de "Exocarne"del Instituto de Ciencia Animal y Tecnología de carnes de la Universidad Austral, actual red de contacto de los principales criadores de aves exóticas, cuenta que como universidad tienen una vista a largo plazo para buscar nuevas alternativas que les permita exportar a esta área de la producción agrícola nacional. Incluso de los contactos con el gobierno para tratar de resolver el problema de los mataderos, no han obtenido una respuesta satisfactoria. Según De la Vega, les cambiaron las reglas del juego.
Si durante el gobierno de Ricardo Lagos existía una mesa de diálogo para encauzar el tema, ahora las prioridades son otras. No hay instancia pública como política específica que favorezca a los criadores de estos animales; incluso en 2006 se cambió la ley y las nuevas exigencias del reglamento de mataderos son mucho más complicadas, dejando de lado la innovadora iniciativa que tenía a Europa en la mira.
Círculo vicioso
El negocio está en un punto muerto. Un millón de pesos cuesta mantener mensualmente a 50 avestruces en etapa adulta. Para comercializar este tipo de carne hay que tener una planta especial de faenamiento, pero los bancos tampoco quieren otorgar créditos, porque no quieren arriesgarse sin tener la seguridad de que los criadores van a tener suficientes aves para faenar y que sea rentable. Ahora, para justificar un matadero hay que tener un volúmen mínimo de seis mil aves al año.
Paula Díaz
US$ 10 millones. Esa era la meta de exportación de carnes exóticas para este año, que la subsecretaría de Agricultura anunció con bombos y platillos. Lamentablemente, ese anuncio fue todo lo que quedó del audaz proyecto, porque a la fecha no se ha podido exportar nada. Apenas una muestra al mercado japonés.
Alfonso Sánchez, gerente general de Ovatruz (IV Región), asegura que los productores de avestruces tienen los contactos suficientes en el mercado europeo -principal interesado en este tipo de carnes-, y que también cuentan con los niveles productivos que se necesitan. La única piedra de tope que tienen es que no cuentan con los mataderos autorizados para realizar la faena de las aves.
Mataderos para faena
A varios de los 450 productores -entre emú, avestruz y jabalí, a lo largo del país- les ha pasado la cuenta este problema, mientras otros están pendiendo de un hilo. "Apenas hemos exportado a Japón. En noviembre enviamos un contenedor de 15 toneladas de carne de avestruz, a US$ 15 el kilo", dice Sánchez, a la espera de que le confirmen una próxima venta.
Sólo en el caso de las empresas criadoras de emú, se han reducido a un tercio. Fue el caso de Emusur, empresa que quebró el año pasado al no tener cómo tratar las carnes y no querer bajar los precios para el mercado interno. José Antonio de la Vega, gestor de "Exocarne"del Instituto de Ciencia Animal y Tecnología de carnes de la Universidad Austral, actual red de contacto de los principales criadores de aves exóticas, cuenta que como universidad tienen una vista a largo plazo para buscar nuevas alternativas que les permita exportar a esta área de la producción agrícola nacional. Incluso de los contactos con el gobierno para tratar de resolver el problema de los mataderos, no han obtenido una respuesta satisfactoria. Según De la Vega, les cambiaron las reglas del juego.
Si durante el gobierno de Ricardo Lagos existía una mesa de diálogo para encauzar el tema, ahora las prioridades son otras. No hay instancia pública como política específica que favorezca a los criadores de estos animales; incluso en 2006 se cambió la ley y las nuevas exigencias del reglamento de mataderos son mucho más complicadas, dejando de lado la innovadora iniciativa que tenía a Europa en la mira.
Círculo vicioso
El negocio está en un punto muerto. Un millón de pesos cuesta mantener mensualmente a 50 avestruces en etapa adulta. Para comercializar este tipo de carne hay que tener una planta especial de faenamiento, pero los bancos tampoco quieren otorgar créditos, porque no quieren arriesgarse sin tener la seguridad de que los criadores van a tener suficientes aves para faenar y que sea rentable. Ahora, para justificar un matadero hay que tener un volúmen mínimo de seis mil aves al año.
Paula Díaz
1 comentario
Karl Harris -
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