"Reina del radiador" se toma el norte
Trabajar de lunes a lunes y no tomar ni vacaciones son los costos para lograr credibilidad en un rubro de hombres. Tras heredar la compañía de su padre, Carmen Gómez la posicionó como la número uno en el rubro de la reparación. Aumentó de una a tres oficinas y de seis a cien trabajadores, con una facturación de casi $ 1.500 millones al año.
Carmen Gómez y su padre Jilberto eran muy unidos. Arreglaban juntos radiadores en el patio de su casa en Calama y a los 26 años él le regaló un taller mecánico. Su objetivo estaba claro. La segunda de sus cuatro hijas sería la sucesora de su negocio.
Dio en el clavo con su elección. Hoy, a sus 50 años, Carmen Gómez es conocida como "la reina del radiador", en un mundo donde motores, aceite y tuercas se asocian a lo "macho". Ese título le da pudor, pero lo tiene merecido. Su empresa, Radiadores Gómez, es líder en la reparación de estos equipos en el país, afirma, y factura casi $1.500 millones al año.
A cargo de esta mujer, que asumió las riendas tras la muerte de su padre, en 1991, la compañía aumentó su número de empleados de seis a un centenar de trabajadores asociados y pasó de tener de una oficina a tres, en Antofagasta, Calama y Pozo Almonte. Actualmente, están terminando la construcción de dos plantas más, una segunda en Antofagasta y otra en Salamanca, IV Región.
La empresa exporta mano de obra a Argentina, Brasil y Perú, donde los trabajadores van, realizan el trabajo y regresan, y Carmen afirma que este año aterrizará en otros puntos de América Latina "o tal vez más lejos".
Aunque el norte es su fuerte, le llegan trabajos de todas partes de Chile, "hasta de Coihaique" e incluso algunas empresas nacionales y extranjeras han tratado de "reclutarla" para incursionar en otras industrias. "Muchas veces me han ofrecido alianzas y asociaciones", cuenta Carmen Gómez. Pero su respuesta, hasta ahora, ha sido categórica: "Yo no tengo otras ambiciones, estoy contenta con lo que hago y quiero perfeccionarlo más y no abarcar otros rubros porque al final no se hace nada bien". Sin embargo, está abierta ante alguna oportunidad atractiva.
Entre sus clientes más grandes se encuentran Minera Escondida, Codelco Norte, Collahuasi y Soquimich. A éstos brinda el mismo servicio que a los particulares: mantención, reparación y fabricación de radiadores y aire acondicionado.
El camino al cetro no ha sido fácil. Trabajar "de lunes a lunes" y no detenerse ni para tomar vacaciones sólo han sido parte del desafío de demostrar que tiene los pantalones bien puestos. "Son los costos que uno paga para probar que es capaz y creíble en un rubro que siempre fue manejado por hombres", dice.
Para lograrlo contó con el prestigio que le legó su padre, quien creó su compañía en Calama en 1964 y manejaba ciertos contratos con la minería, particularmente con Chile Exploration Company. Muchas veces le traspasaba los trabajos que él se ganaba en las licitaciones para que ella los desarrollara a través de la empresa que le creó en 1983 cuando Carmen egresó del Instituto Comercial de Calama.
A paso lento pero seguro el negocio se ha consolidado. "Desde 1995 a la fecha, hemos crecido 150% y de manera sostenida en el tiempo", afirma esta "reina", quien declara que debe mucho a sus súbditos. "Es verdad que yo he sido el alma de la fiesta, pero si no tuviera a mi equipo, que son personas que mi papá formó, yo no habría logrado esto", confiesa.
El impulso de la minería
Los proyectos con la minería la hicieron aspirar a más. El primero fue con Minera Escondida a principios de los 90, apenas dos meses antes de la muerte de Jilberto Gómez. Poco después, debido a los contratos con Quebrada Blanca y Collahuasi en la I Región se instalaron en Pozo Almonte. "Entonces comenzamos a proyectarnos a nivel nacional e internacional", asevera Carmen.
El futuro pinta bien para Radiadores Gómez. Los dos primeros meses de 2007 fueron mucho mejores que 2006 y en algunos años podrían empezar a sentirse los efectos del auge minero.
Si el contexto económico lo permite, Carmen Gómez explica que "en cuatro o cinco años van a empezar a salir a reparación los equipos que las empresas recién están comprando ahora".
Carmen Gómez, Dueña de Radiadores Gómez, 50 años, soltera, Egresada Instituto Comercial de Calama.
Carla Selman Calavaro
Carmen Gómez y su padre Jilberto eran muy unidos. Arreglaban juntos radiadores en el patio de su casa en Calama y a los 26 años él le regaló un taller mecánico. Su objetivo estaba claro. La segunda de sus cuatro hijas sería la sucesora de su negocio.
Dio en el clavo con su elección. Hoy, a sus 50 años, Carmen Gómez es conocida como "la reina del radiador", en un mundo donde motores, aceite y tuercas se asocian a lo "macho". Ese título le da pudor, pero lo tiene merecido. Su empresa, Radiadores Gómez, es líder en la reparación de estos equipos en el país, afirma, y factura casi $1.500 millones al año.
A cargo de esta mujer, que asumió las riendas tras la muerte de su padre, en 1991, la compañía aumentó su número de empleados de seis a un centenar de trabajadores asociados y pasó de tener de una oficina a tres, en Antofagasta, Calama y Pozo Almonte. Actualmente, están terminando la construcción de dos plantas más, una segunda en Antofagasta y otra en Salamanca, IV Región.
La empresa exporta mano de obra a Argentina, Brasil y Perú, donde los trabajadores van, realizan el trabajo y regresan, y Carmen afirma que este año aterrizará en otros puntos de América Latina "o tal vez más lejos".
Aunque el norte es su fuerte, le llegan trabajos de todas partes de Chile, "hasta de Coihaique" e incluso algunas empresas nacionales y extranjeras han tratado de "reclutarla" para incursionar en otras industrias. "Muchas veces me han ofrecido alianzas y asociaciones", cuenta Carmen Gómez. Pero su respuesta, hasta ahora, ha sido categórica: "Yo no tengo otras ambiciones, estoy contenta con lo que hago y quiero perfeccionarlo más y no abarcar otros rubros porque al final no se hace nada bien". Sin embargo, está abierta ante alguna oportunidad atractiva.
Entre sus clientes más grandes se encuentran Minera Escondida, Codelco Norte, Collahuasi y Soquimich. A éstos brinda el mismo servicio que a los particulares: mantención, reparación y fabricación de radiadores y aire acondicionado.
El camino al cetro no ha sido fácil. Trabajar "de lunes a lunes" y no detenerse ni para tomar vacaciones sólo han sido parte del desafío de demostrar que tiene los pantalones bien puestos. "Son los costos que uno paga para probar que es capaz y creíble en un rubro que siempre fue manejado por hombres", dice.
Para lograrlo contó con el prestigio que le legó su padre, quien creó su compañía en Calama en 1964 y manejaba ciertos contratos con la minería, particularmente con Chile Exploration Company. Muchas veces le traspasaba los trabajos que él se ganaba en las licitaciones para que ella los desarrollara a través de la empresa que le creó en 1983 cuando Carmen egresó del Instituto Comercial de Calama.
A paso lento pero seguro el negocio se ha consolidado. "Desde 1995 a la fecha, hemos crecido 150% y de manera sostenida en el tiempo", afirma esta "reina", quien declara que debe mucho a sus súbditos. "Es verdad que yo he sido el alma de la fiesta, pero si no tuviera a mi equipo, que son personas que mi papá formó, yo no habría logrado esto", confiesa.
El impulso de la minería
Los proyectos con la minería la hicieron aspirar a más. El primero fue con Minera Escondida a principios de los 90, apenas dos meses antes de la muerte de Jilberto Gómez. Poco después, debido a los contratos con Quebrada Blanca y Collahuasi en la I Región se instalaron en Pozo Almonte. "Entonces comenzamos a proyectarnos a nivel nacional e internacional", asevera Carmen.
El futuro pinta bien para Radiadores Gómez. Los dos primeros meses de 2007 fueron mucho mejores que 2006 y en algunos años podrían empezar a sentirse los efectos del auge minero.
Si el contexto económico lo permite, Carmen Gómez explica que "en cuatro o cinco años van a empezar a salir a reparación los equipos que las empresas recién están comprando ahora".
Carmen Gómez, Dueña de Radiadores Gómez, 50 años, soltera, Egresada Instituto Comercial de Calama.
Carla Selman Calavaro
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